Últimamente me ronda por la cabeza la idea de si no estaré idealizando la maternidad.
Las infértiles tenemos mucho tiempo para soñar, de imaginarnos con nuestros retoños, de planear como será todo. Si, lo sé. Estaréis pensando que cualquier otra mujer que se quede embarazada, también sueña eso durante su embarazo.
Pero sumadle a esos 9 meses, 15 más, por ejemplo. ¿No son un montón de meses soñando con cosas ideales? ¿No es demasiado tiempo deseando algo que no llega, y que suplimos con ensoñaciones varias?
De repente me acecha el miedo a que cuando llegue el momento, ese ansiado momento, no sea como lo he esperado. Y aunque sepa que la maternidad a veces es muy difícil, me aterra no poder soportarlo.
Un embarazo difícil, lleno de obstáculos, un parto traumático, complicado, un bebé al que no sepa cuidar, etc. Esas son algunas de las cosas que, cuando leo blogs de mamás, me planteo que si a ellas les ha pasado, a mí también podría pasarme. Y a pesar de que vaya preparada para todo, tengo miedo de no saber aceptarlo, sobrellevarlo.
Y pensaréis “pero esta tía, ¿aún no está preñá y ya tiene estas historias en la cabeza?”
A eso me refiero, señores. Qué tengo demasiado tiempo para pensar. Para soñar y para destruir mis propios sueños. Yo sola me monto la película, y voy a días. Unos días es un cuento ideal, y otros es una historia difícil.
La espera es muy larga, y da tiempo para todo.
Y vosotras, ¿también idealizáis vuestro futuro embarazo? Y a las ya mamis, ¿lo idealizasteis y luego os llevasteis una sorpresa, o fue como esperabais?
P.D.: Para aclarar este post, no estoy depre ni nada, ¿eh? Sólo es una de tantas reflexiones que tengo a lo largo del día.