Hacemos unas propuestas para la decoración navideña de cualquier comercio. Originales, elegantes, únicas y con el toque DIY que tanto se lleva (DIY = do it yourself = hazlo tú mismo).
Comenzamos con un árbol de Navidad para el que solo necesitamos vaciar todas las estanterías de libros que tengamos en casa. El montaje es rápido y los detalles finales son los que pondrán la guinda del pastel.
Los paquetes envueltos con papel de regalo son siempre una opción económica y con el añadido del misterio que tanto gusta a los niños. “¿Qué hay dentro de las cajas?” será una pregunta habitual.
Con unos rollos de cartón, de los usados para el papel de cocina, podemos dedicar toda una tarde a confeccionar un pueblo en miniatura, perfecto para decorar el escaparate.
Con imaginación, ciertas habilidades manuales y cartón se puede decorar un escaparate a base de siluetas, iluminadas desde detrás. Siempre podemos añadir los productos de nuestra tienda en un segundo plano.
Un vaso de cristal metido en el interior de otro. En el vaso pequeño se introduce una vela; el grande se rellena con tapones de corcho. El resultado es un pebetero que llenará de magia nuestro pequeño comercio.
La corona de bienvenida, para colgar en la puerta, puede ser algo tan sencillo como un pequeño montaje de bolsitas de té.
Podemos crear una original bandeja, donde depositar caramelos o bolas navideñas, con un globo hinchado (que pondremos en un bol antiguo para que no se mueva), engrudo o cola, y hojas secas de árboles. El proceso es sencillo, pero también lleva una tarde de trabajo: