Un emprendedor muchas veces tiene ganas de hacer y se queda con sus sueños. No es el dinero el principal obstáculo que nos paraliza la idea. Se ofrecen herramientas que pueden ser muy aplicables para poder comenzar un proyecto. La primera es escribir la idea y mostrarla a varios y escuchar su opinión. La segunda es ver su rentabilidad en una prueba piloto si es posible. Si quiere vender pasteles, haga una prueba de ventas. En este informe del diario expansión nos detalla que una compañía puede nacer con sólo un euro o con 500.000. La clave está en saber qué tipo de negocio se quiere poner en marcha, pues los hay que no suponen un desembolso de más de 50 euros. Si tiene una idea de negocio y necesita una opinión profesional de nuestro equipo de formadores de emprendedores no dude en escribir a info@altagerencia.es Play
En el fondo todo se resume en saber gestionar bien el dinero del que se dispone y tener claro qué tipo de compañía se va a fundar y a qué público se va a dirigir, recuerda Daniel Soriano, director del Centro Internacional de Gestión Emprendedora de IE Business School. No es lo mismo crear una empresa en Internet, un soporte que te permite empezar por poco dinero e ir creciendo, que una compañía tradicional donde los costes son más estables y la inversión inicial suele ser más elevada. “Tampoco es igual crear un negocio dedicado al desarrollo de producto (farmacia, alta tecnología), que otro que ofrezca un servicio”, señala Yago Arbeloa, presidente de la Asociación de Inversores y Emprendedores de Internet (AIEI). La cantidad que se aporta en un primer momento debe cubrir los gastos iniciales del proyecto y las inversiones posteriores deben destinarse a su crecimiento. “Los emprendedores de éxito no lo son tanto por el dinero que han logrado aportar o conseguir para su idea, sino porque disponen de la capacidad para saber gestionar ese capital”, asegura Jordi Vinaixa, director académico de Esade. Sean 500, 5.000, 50.000 ó 500.000 euros, la inversión inicial debe estar ajustada a las circunstancias de la empresa que se quiera emprender. Compañías ‘todo a un euro’ “Estamos viviendo una situación única”, asegura Enrique Quemada, autor de ‘¿Puedo comprar una empresa?’ y CEO del banco de inversión OnetoOne. En España nunca había habido una oportunidad igual para adquirir firmas en apuros que puedan ser viables. Y es que la crisis también ha propiciado que muchos empresarios cansados de la situación y en edad de jubilarse hayan decidido deshacerse de su compañía, vendiéndola incluso por un euro con tal de salir del estrangulamiento financiero al que se están viendo sometidos.
De esta manera “se abre una alternativa a quien sepa cazarla, pues hoy muchas empresas se pueden comprar baratas y con una pequeña inyección de liquidez aguantar hasta que la firma retome la senda del crecimiento”, explica Quemada. En el fondo se trata de comprar una empresa por un precio simbólico para asimilar una deuda que el vendedor no puede afrontar. Una estrategia que suele salir bien, pues el nuevo empresario no empieza desde cero y cuenta con una firma competitiva desde el principio. Cómo montar una empresa por 120 euros Fundar una empresa en una semana por poco más de 100 euros es posible. Juan Corbera, un emprendedor nato, explica en su blog juancorbera.com los pasos necesarios para registrar una compañía sin desembolsar los 3.000 euros mínimos que se exigen para constituir una sociedad limitada. Pone como ejemplo su propio caso, y establece cuatro pasos básicos:
1. Según Corbera, lo primero que hay que hacer es solicitar la denominación social en el registro mercantil en un enlace que se facilita en su página web, algo que suele llegar a tardar como máximo tres días y supone un coste de 19 euros. 2. Después hay que enviar esta denominación a la notaría junto con los datos de todos los socios y fotocopia de los DNI de cada uno de ellos. El coste de la notaria depende de si los estatutos y el objeto social son estándar o no. Corbera asegura que en su caso estos gastos ascendieron a 60 euros, pues eligieron los estatutos estándar. Si el nuevo empresario prefiere unos estatutos y objeto social personalizados el gasto se incrementaría hasta los 150 euros. 3. Un paso imprescindible es abrir una cuenta en un banco para depositar los 3.000 euros que cuesta constituir una sociedad limitada. Este dinero queda retenido durante días. En lugar de ésto, Corbera y sus socios decidieron desviarse del camino predeterminado e hicieron aportaciones en especie. Pusieron como pago dos ordenadores valorados en la cantidad necesaria para fundar la SL y éstos pasaron inmediatamente a estar incluidos en la actividad de la empresa, haciéndolo constar en las escrituras. 4. Corbera cuenta que sólo les bastó un día para que les entregaran las escrituras de la organización, junto con el CIF. Sólo tuvieron que pagar 40 euros más para inscribir a la compañía en el registro mercantil para estar totalmente operativa. De esta manera, en tan sólo cinco días hábiles y por un montante de no más de 120 euros constituyeron una sociedad limitada. Los fondos para tu inversión están bajo el mar Greg Brooks es mucho más que un emprendedor, es un hombre con un sueño:rescatar los tesoros ocultos del fondo del mar. Pero para tan singular aventura necesita una gran inversión.
Brooks, que antes de convertirse en cazatesoros trabajaba construyendo piscinas, fundó en 1991, junto a su socio John Hardy, Sub Sea Research, una empresa con sede en el estado de Maine (EEUU), que requirió de un capital inicial de cinco millones de dólares (3,7 millones de euros), facilitado por 35 inversores privados. Esta cantidad no le quita el sueño, pues Brooks tiene la certeza de que con esta empresa recuperará la inversión además de un margen de beneficio de tres millones de dólares (2,2 millones de euros). De momento ya ha anunciado un importante hallazgo: unas barras de platino valoradas en 3.000 millones de dólares (unos 2.277 millones de euros) en un barco hundido en 1942. Un descubrimiento que no ha logrado solo. Brooks cuenta con un equipo de 15 personas que se encargan de la investigación de archivos militares, registros bancarios y artículos periodísticos. Esta búsqueda no ha sido cosa de dos días. En 2006 Brooks se embarcó en esta aventura y dos años después aseguró los derechos del salvamento de la nave a través de un juez federal. El fruto de esta expedición llevó a este incansable cazatesoros a comprar un nuevo barco rescatador por cinco millones de dólares que logró gracias a la aportación de amigos, familiares e inversores privados, y que se sumó al otro buque con el que ya contaba la compañía, el M/V Son Worshipper. Aunque ha destinado todos sus ahorros a esta aventura, ha logrado llamar la atención de medios e inversores. Según cuenta él mismo ha recibido llamadas de periodistas, brókeres de Wall Street e, incluso, productores de Hollywood. Buscar tesoros hundidos no es una empresa asequible. La búsqueda, excavación e investigación pueden costar millones. Sin embargo, de momento a Brooks este proyecto no le ha salido mal. Y eso que todo empezó en un viaje de placer a Haití donde este emprendedor encontró su primer botín: un lingote de 70 libras de plata.