Cuando te enfrentas a la APLV, una de las principales preocupaciones es cómo asegurar que tu peque tenga una dieta equilibrada, sin comprometer su crecimiento. podemos lograr que nuestros peques tengan una alimentación variada y deliciosa. Aquí van algunas ideas:
Alternativas lácteas: Hay muchas leches vegetales como la de almendra, avena, soja. arroz... Puedes elegir las enriquecidas con calcio y vitamina D.
Incluye fuentes de calcio: No solo la leche aporta calcio. Podemos optar por verduras de hoja verde, tofu, semillas de sésamo y legumbres. ¡Incluso algunas frutas como el higo!
Prioriza proteínas: Incluye proteínas de calidad en cada comida. Puedes optar por carnes, pescado, huevos, legumbres y frutos secos (si no hay alergias).
Snacks saludables: Prepara snacks nutritivos como palitos de zanahoria con hummus, galletas de avena, tortitas de maíz con guacamole o fruta fresca.
Involucra a los niños: Lleva a los peques a la cocina. Que elijan y preparen sus comidas les dará un sentido de propiedad sobre lo que comen.
Lee siempre las etiquetas: Parece obvio, pero siempre verifica los ingredientes, incluso de productos que sueles comprar. A veces las fórmulas cambian sin aviso, y te puedes llevar una sorpresa.
Planifica las comidas: Hacer un menú semanal puede ayudarte a asegurarte de que tus hijos obtienen todos los nutrientes que necesitan.Es más fácil asegurarse de que las comidas son variadas y completas si ya sabes lo que vas a cocinar. Además, reduces el estrés de último minuto y controlas mejor las compras.
Tienes la opción de consultar con un especialista: Puedes hablar con un nutricionista o médico que pueda guiarte en este proceso.
Recuerda que cada niño es diferente, y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. ¡Así que lo más importante es escuchar a nuestros peques y ser flexibles!
¿Tienes algún consejo adicional que quieras compartir? ¡Házmelo saber en los comentarios!