Este sistema, en el que ambas organizaciones han trabajado durante más de un año y medio, mide la posición competitiva de cada comunidad autónoma en el ámbito turístico. Los objetivos de este sistema son poner de manifiesto la efectividad de la gestión de unas administraciones, las autonómicas, que tienen bajo su responsabilidad una parte muy importante de las políticas turísticas; y proporcionar una información acerca de lo que determina la competitividad turística que no se venía midiendo hasta ahora.
De hecho, los indicadores incluidos en el sistema no sólo incorporan los típicos datos como la afluencia turística, o la capacidad hotelera; sino que abarca aspectos como la accesibilidad al destino, la inversión pública en el sector, el talento humano, etc.
Así, el ránking incluye alrededor de 70 indicadores, estructurados en torno a siete pilares: el apoyo comercial del gobierno regional; la conectividad del destino; el atractivo de los espacios turísticos; la diversificación de la oferta turística; los recursos humanos del sector; la prioridad política del gobierno autonómico en esta materia; y la aportación económica y social del turismo a la región.
Como resultado de esta medición, que se repetirá con carácter anual, Exceltur y Deloitte han elaborado el siguiente ránking.
Ambas organizaciones han insistido en que este ránking debe analizarse en detalle para identificar aquellos aspectos en los que cada región destaca y aquellos en los que puede fijarse en otras autonomías para buscar las mejores prácticas.
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