Tanto la Derecha como la Izquierda son ideologías anacrónicas, un espejismo del pasado que sigue presente en la inmensa mayoría de la sociedad para seguir justificando el Sistema de dominación.
Con el fortalecimiento conseguido principalmente por los Estados fruto de los avances científico-tecnológicos durante la época capitalista se ha conseguido centralizar y concentrar cada vez más poder y riqueza en pocas manos, lo que se conoce como burguesía en la actualidad no es otra cosa que la otra cara de la moneda del Estado, un hermano siamés que se ha ido uniendo hasta formar un único estamento que dirige a la inmensa mayoría de sus súbditos mediante la propaganda. La lucha efectiva ya no puede ser sólo entre ricos y pobres sino más bien entre gobernados y gobernantes, es decir, y en último término entre la sociedad y el Estado.