Hay personas que disfrutan y se les cae la baba con dramas imposibles de hartarse a llorar; a otras les gusta la acción trepidante que hace arrancarse todos los pelos de la cabeza hasta quedarse calvas cual bola de billar, pero esta vez toca hablar de comedia (y falta hace, con lo que pasa últimamente si uno se detiene a hojear un periódico)
Si se observa la extensa cartelera teatral que ofrece Madrid, uno no sabe qué obra elegir de entre tantas propuestas, pero gracias a la recomendación del Volumen de la Armonía no hace falta quebrarse la cabeza para disfrutar de una divertida tarde de teatro.
La obra está basada en una comedia francesa de 1998 con el mismo título y dirigida por Francis Veber , pero ha sido versionada por Yusete y adaptada al humor patrio, predilecto por la broma fácil y algún que otro guiño a la actualidad. Cuenta la historia de un grupo de amigos que todas las semanas se reúnen para cenar y cada uno debe llevar a un idiota; aquel que consiga al más espectacular gana la apuesta. Esta vez Carlos (papel que desempeña Josema Yuste) ha conseguido a un idiota de manual llamado Francisco Piñón, funcionario del Ministerio de Hacienda y gran aficionado a la construcción de maquetas con cerillas. Lo que Carlos no sabe, es que ese idiota le costará más de un disgusto por su tendencia a gafar todo lo que le rodea.
Josema Yuste queda un tanto rezagado respecto de sus compañeros de reparto y su actuación no brilla tanto en esta ocasión como la de los demás (aunque un mal día lo tiene cualquiera). Sin embargo, la obra es una buena terapia contra la tristeza y consigue hacer pasar un buen rato hasta aquellos que parecen desayunar ajo crudo todas las mañanas.
Hay que romper el mito de que el teatro tiene precios prohibitivos, pues se pueden adquirir entradas desde 14€ en webs de descuentos como Atrapalo.
Si alguien creía conocer al mayor idiota del mundo, después de ver en acción a Francisco Piñón, se despejarán todas sus dudas.