Autora: M.L. Rio
Editorial: Umbriel
Número de páginas: 368
ISBN: 9781250095282
Precio: 14 €
Puntuación: 4
El día que Oliver Marks cumple su condena, el hombre que lo puso en la cárcel está esperándolo a la salida. El detective Colborne quiere saber la verdad y, después de diez años, Oliver finalmente está listo para contársela.Una década atrás: Oliver es uno de los siete actores shakespearianos en el Conservatorio Clásico Dellecher, un lugar donde rige la cruda ambición y la competencia feroz. En este mundo apartado, de chimeneas encendidas y libros con encuadernación de cuero, Oliver y sus amigos interpretan los mismos papeles arriba y abajo del escenario: el héroe, el villano, el tirano, la seductora, la ingenua, los extras. Pero en su cuarto y último año de conservatorio, las rivalidades amistosas se vuelven desagradables, y en la noche de estreno, la violencia real invade el mundo de fantasía de los estudiantes. Por la mañana, los chicos de cuarto año deben enfrentar su propia tragedia y su desafío actoral más difícil: convencerse unos a otros y a la policía de que son inocentes. ¿Quién es quién en esta historia?
La cosa empezó bien durante el primer tercio del libro. Un colegio de arte muy elitista, un auténtico castillo con bosques y lago incluidos; un grupo de alumnos estudiantes de teatro, y concretamente, de Shakespeare; una atmósfera oscura, estudiantil y una tensión que va en aumento hasta que se produce lo inevitable: un asesinato. También los personajes se presentan de forma muy carismática. Aunque son unos cuantos, se distinguen rápidamente ya que la autora les da unos roles y unas personalidades muy marcadas y diferenciadas. Los personajes prometían mucho, y también las complicadas relaciones entre ellos, cosa que me enganchó desde el principio y que me tenía deseosa de saber más.
Una vez que se produce el asesinato, la tensión del libro desaparece por completo y la cosa va en picado. Pensaba que toda la trama giraría en torno a esta muerte, que habría grandes dosis de misterio y de intriga acerca de quién es el asesino, de por qué todos parecen estar implicados y de los secretos que guarda cada uno. Pero no. Una vez que sucede, los personajes parecen olvidarse del tema, la autora parece olvidarse del tema, no hay misterio ni incógnitas por ningún lado y por tanto al lector termina por importarle tres pimientos el tema.
If we were villains podría haberme gustado de todas formas, aunque su intención no fuera ir por el camino del misterio sino centrarse en los personajes, en las consecuencias de esta muerte sobre ellos y cómo esto transforma sus vínculos. Creo que realmente esta era la intención de la autora, pero está muy mal ejecutado. ¿Principal problema? Los personajes que tanto prometían al principio se quedan muy planos. No pasan de esas 3 o 4 características que los diferencian de los demás, y ya. No se profundiza en absoluto en el shock tras el asesinato, aunque la autora no se cansa de repetírtelo. Te lo dicen todo el rato, pero nunca te lo muestran. Tampoco se profundiza en las relaciones entre ellos más allá del aspecto romántico. Se ponen muchos otros temas sobre la mesa: problemas alimenticios, adicción a las drogas, amistades tóxicas, etc., pero nunca se reflexiona sobre ellos ni se tratan como es debido.
Me preguntaréis entonces, si no hay tensión, si no hay verdadero desarrollo de personajes, en qué se centran los otros 2/3 del libro. Pues bien: en el salseo. Pura y únicamente en el salseo entre los personajes. Literalmente que en este libro puedes shippear a todos con todos. Que si ahora me gusta uno, que si ahora estoy celoso de otro, que si ahora no tengo mis sentimientos claros por este otro... y así todo el libro. Sinceramente, yo no he venido a leer esto. Solamente una de las relaciones amorosas me tenía intrigada y creo que está bien construida, pero las demás me han sobrado totalmente. No me parecían tan interesantes y no era lo que se me había prometido al empezar el libro. Al final, terminé aburrida de esta dinámica y se me hizo un poco cuesta arriba, o sea que la decepción ha sido máxima.
If were villainsha sido una decepción completa, a pesar de que empezó con buen pie. Los personajes no están casi desarrollados, tampoco las relaciones entre ellos y no se profundiza en los temas que se ponen sobre la mesa. Además, el misterio no tiene casi tensión ni intriga, por lo que la trama se termina haciendo hasta aburrida.