He aquí una de las mejores baladas de los años noventa. Escrita por Vince Gill y Troy Seals –este último miembro del Salón de la Fama de compositores de Nashville–, la crítica no le escatimó ningún elogio y subrayó la clase que desprende, su suavidad atemporal y el toque de piano.
La sentida interpretación de Gill le valió un Grammy a la mejor interpretación masculina de country. Un hombre le dice a su pareja que si alguna vez quiere comprometerse con alguien hasta el fin de sus días –“si alguna vez tienes la eternidad en mente”–, él estará ahí.
Apareció en el álbum The Key (1998), de Vince Gill.
Bobby Wayne Lawson hizo su propia versión.
Lew Sleeman le dio un aire de blues en 2005.