100 estampas de Salamanca
La iglesia de la Purísima, junto con el convento de las Agustinas, forma un conjunto conventual de clausura construido en el siglo XVII. Se sitúa en el centro histórico de la ciudad, frente al Palacio de Monterrey, detalle importante porque la fundación del convento se debe D. Manuel de Zúñiga y Fonseca, séptimo conde de Monterrey y virrey de Nápoles, quien lo hizo construir en 1636 para albergar a su hija. La iglesia, parte pública del convento, fue pensada por el conde como capilla funeraria para él y su familia.
El conde encargó el proyecto de la iglesia a maestros napolitanos, por lo que es la única construcción totalmente italiana de España, una auténtica joya que conjuga la piedra salmantina con los mármoles italianos dando como resultado un barroco napolitano muy elegante.
La planta es de cruz latina, de una sola nave, con crucero rectangular y con capillas a los lados. Exteriormente llama la atención su fachada, con su imponente pórtico de 33 metros, tres cuerpos separados con pilastras acanaladas que enmarcan las portadas, y la imponente y esbelta cúpula, construida en 1658 para sustituir a otra anterior que se había derrumbado. Está diseñada para que entre una gran cantidad de luz dirigida al retablo, y así resaltar, de manera extraordinaria, el espectacular lienzo de la Inmaculada Concepción, obra de José de Ribera, pintor español que vivió y trabajó en Italia.
El valor de esta bella iglesia salmantina se aprecia doblemente cuando nos adentramos en su interior y vemos el gran número de pinturas y obras de grandes maestros, todas de una enorme calidad, y la abundancia de mármoles usados en altares, nichos y retablos. Lo más destacado de su interior es el Retablo Mayor de mármoles polícromos, de Carrara, Verona, Siena, Calabria... diseñados y cortados en Nápoles y montados en Salamanca.
En el centro destaca el cuadro de La Inmaculada, obra de José de Ribera, motivo principal de la construcción de la iglesia. El cuadro está lleno de luz y colorido que, junto a la com¬posición, el dinamismo hacen que sea una de las obras marianas más importantes y que fuera modelo para muchos pintores del Siglo de Oro.
En el resto del templo hay obras de Reni, Lanfranco, Borzone, Stanzione, Bassano e incluso de Rubens. Las esculturas y las incrustaciones de mármol italiano son de Cosimo Fanzago. Los siete grandes lienzos incrustados son una muestra de la pintura napolitana del XVII.
Para muchos se trata de la iglesia más bonita de Salamanca por la cantidad y calidad de obras que alberga, la iglesia parece una pinacoteca, aunque tan solo por admirar el cuadro de la imponente Inmaculada de Ribera ya merece la pena visitarla.
CIEN ESTAMPAS DE MI TIERRA
Una idea de Paqui para Curiosón