Igloo aterrizaba en Costello Club con la firme y sana intención de presentar Aquellos Maravillosos Daños.
Igloo presentó Aquellos Maravillosos Daños en orden fiel al del disco, el cuarteto mostró sus bondades sonoras en este disco y nos demostró que, musicalmente han dado un paso más. Canciones como Gremlins de Ciudad, G7 y Bloguers de Sofá gustaron mucho y es que son tres de los grandes singles. Dos canciones dieron la nota de color en el aspecto sentimental Gigante y Olla Pra Min, la primera porque estaba dedicado al respetable, amigos y gente que está a su lado y el segundo porque consiguieron que el respetable interactuase con la banda; el ocaso nos dejó alguna sorpresa para recordar como han llegado a este punto. Igloo es un proyecto bailable, un proyecto que en directo han crecido como cuarteto. La capacidad que notamos en el disco donde el bajo y la batería dan la fuerza rítmica pasa a ser un puntal básico en directo, guitarras y programaciones son la otra parte necesaria junto a las programaciones (que puedan tener) pero lo mejor es que ofrecen un directo que emociona, gracias por cerrar el año en Madrid así.
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