Cada día se ve obligado a hacer más el ridículo, gritar más alto, hacer más aspavientos y hacer gestos más absurdos para que le sigan contratando y no caer en el olvido.
Estudió periodismo, pero lo máximo que hizo fue estar un mes de becario en TVE en Gran Canaria. Luego se fue a Londres y volvió creyéndose gracioso.
Empezó en Paramount Comedy y luego en programas chanantes y tampoco es que haya evolucionado mucho más su carrera. Lo más gracioso que ha hecho ha sido cabrear a Echanove o Arturo Pérez Reverte.