Mucho se ha hablado de los recortes en educación: no contratación de los interinos, despidos de profesores, más horas lectivas. Sin embargo, se deja de lado lo más importante y esencial a lo que afectan los recortes. La escuela es un punto vital para evitar la confrontación social como fuente que educa en una base mínima moral en pos de una educación de respeto o tolerancia, de convivencia. La figura del profesor, de la docencia, es una profesión de élite que necesita una formación técnica de cada especialidad, pedagogía educativa y psicología para hacer frente a los conflictos que surgen en clase. Necesita de un apoyo social e institucional para construir los cimientos de la sociedad futura.Más allá del descenso en la calidad de la enseñanza de los contenidos, el gran drama se va a producir en la ausencia de contacto alumno-profesor como herramienta que favorezca su crecimiento personal. Cada clase en un voltaje emocional y cada alumno es una ser diferente envuelto en diversos aspectos que condicionan su rendimiento académico y su desarrollo personal. ¿Cómo pueden los profesores adelantarse a posibles conflictos si se suprimen las horas de tutorías, o cuando a veces el tutor solo da clase a la mitad de esos alumnos y al resto los desconoce? Establecer pedagogía en el aula con normas asumidas por todos – alumnos y profesores- y otorgar a los alumnos responsabilidades para que intenten resolver los problemas de la clase. Darles confianza para conseguir una sana convivencia. Además, los círculos familiares y el ambiente social deben ser parte participante de la actividad educativa, de una comunicación cercana que prevenga males mayores en un futuro próximo. Una sociedad que no reacciona pese al continuo avance del fracaso escolar, tiene una inconsciencia educativa, un pesimismo resignado. La educación es un tema que aburre, un ´marrón´ que provoca un gran desinterés social. Solo se habla de educación cuando ocurren acciones negativas. Solo es entonces cuando los medios de comunicación focalizan en ese problema, sin analizar las causas por las que se ha llegado al mismo.Históricamente en los momentos de crisis ha reverdecido la cultura. La educación es el futuro. Apostemos por ella, y saldremos de este pozo donde nos hemos metido.
Mucho se ha hablado de los recortes en educación: no contratación de los interinos, despidos de profesores, más horas lectivas. Sin embargo, se deja de lado lo más importante y esencial a lo que afectan los recortes. La escuela es un punto vital para evitar la confrontación social como fuente que educa en una base mínima moral en pos de una educación de respeto o tolerancia, de convivencia. La figura del profesor, de la docencia, es una profesión de élite que necesita una formación técnica de cada especialidad, pedagogía educativa y psicología para hacer frente a los conflictos que surgen en clase. Necesita de un apoyo social e institucional para construir los cimientos de la sociedad futura.Más allá del descenso en la calidad de la enseñanza de los contenidos, el gran drama se va a producir en la ausencia de contacto alumno-profesor como herramienta que favorezca su crecimiento personal. Cada clase en un voltaje emocional y cada alumno es una ser diferente envuelto en diversos aspectos que condicionan su rendimiento académico y su desarrollo personal. ¿Cómo pueden los profesores adelantarse a posibles conflictos si se suprimen las horas de tutorías, o cuando a veces el tutor solo da clase a la mitad de esos alumnos y al resto los desconoce? Establecer pedagogía en el aula con normas asumidas por todos – alumnos y profesores- y otorgar a los alumnos responsabilidades para que intenten resolver los problemas de la clase. Darles confianza para conseguir una sana convivencia. Además, los círculos familiares y el ambiente social deben ser parte participante de la actividad educativa, de una comunicación cercana que prevenga males mayores en un futuro próximo. Una sociedad que no reacciona pese al continuo avance del fracaso escolar, tiene una inconsciencia educativa, un pesimismo resignado. La educación es un tema que aburre, un ´marrón´ que provoca un gran desinterés social. Solo se habla de educación cuando ocurren acciones negativas. Solo es entonces cuando los medios de comunicación focalizan en ese problema, sin analizar las causas por las que se ha llegado al mismo.Históricamente en los momentos de crisis ha reverdecido la cultura. La educación es el futuro. Apostemos por ella, y saldremos de este pozo donde nos hemos metido.