Coordinada por Francisco Gijón, se celebró la mesa redonda dedicada a los escritores independientes, muchas veces considerados injustamente como autores poco expertos, poco revisados e incluso rechazados por las editoriales. Tópicos que el propio Gijón se encargó de ir desmontando al inicio de la sesión, mientras le ofrecía al público la verdadera panorámica de un colectivo que ha elegido un camino propio para poder seguir cultivando la literatura fuera de los muchas veces abusivos egoísmos del sector editorial tradicional.
Organizados sin ningún respaldo, ni institucional ni económico, los autores independientes se caracterizan por mostrar la valentía suficiente como para seguir adelante con sus carreras literarias sin claudicar ni vender su calidad por un plato de lentejas editorial que muchas veces se queda sólo en agua sucia. Al mismo tiempo, todos ellos contaron sus experiencias y sus primeros intentos de publicar, tanto en editoriales como en las plataformas digitales independientes (Amazon), aduciendo también las diversas razones que les llevaron a tomar finalmente la decisión de permanecer en ellas, tal y como señaló Blanca Miosi.
Por otro lado, José Luis Palma, autor mixto que ha publicado de forma tradicional e independiente, recordó a Larra con la frase “escribir en España en llorar”, y señaló la indefensión a la que está sometido el escritor, ninguneado muchas veces por las editoriales, por lo que el camino de la independencia es visto como una magnífica vía para seguir escribiendo y encontrando lectores, aunque es consciente de que la facilidad que supone publicar en plataformas digitales abre la puerta en ocasiones a la baja calidad literaria. Por su parte, Arlette Geneve dio el punto de vista de quien sí publica con editoriales y ha tenido que luchar con numerosas dificultades, porque a fin de cuentas no todas lucen un parche en el ojo y un garfio en el contrato, aunque comentó algunos casos en los que más que publicar parecía que lidiaba contra los elementos.
Para finalizar, el público se arrancó a protagonizar un interesante y candente intercambio de preguntas acerca de los pros y los contras de la publicación digital, de la necesidad de revisar bien cualquier contrato editorial, pero sobre todo de lo importante que ha de ser que las editoriales convencionales se den cuenta de que el camino elegido por los autores independientes no tiene por qué alejarse del suyo, que acaso lo más conveniente sería que revisaran una forma de trabajo que hoy en día necesita del mundo digital y que ambos sectores encuentren la sinergia adecuada que redunde en beneficio de la literatura.