La falta de compromiso se refleja en una baja productividad. Por eso, el bajo nivel de compromiso de sus integrantes es una de las principales preocupaciones de muchas organizaciones actuales, lo que explica la variada oferta de propuestas que podemos encontrar para solucionar el problema. Ofertas que, en muchos casos, son simples productos de marketing sin fundamento demostrado ni evidencias que los avalen. La solución es sencilla – de puro sentido común – y desde luego no pasa por «medir» ni «gestionar» el compromiso, sino por crear y mantener las condiciones para que el compromiso aflore y se desarrolle. Unas condiciones que se dan cuando se cumplen tres simples requisitos:
- Que las personas puedan encontrar un sentido a lo que hacen, es decir, que puedan encontrar un «para qué» motivador en lo que hacen
- Que las personas puedan expresar y aumentar su maestría, es decir, que puedan hacer bien lo que mejor saben hacer y que puedan además seguir mejorando en ello
- Que las personas puedan trabajar con autonomía, es decir, que puedan responsabilizarse libremente del resultado de sus acciones y de sus decisiones, asumiendo plenamente las consecuencias de sus aciertos y de sus errores
En OPTIMA LAB trabajamos desarrollando modelos de mejora de la productividad centrada en las personas. Estamos convencidos de que los modelos de gestión que nos han traído hasta aquí no sirven para llevarnos a donde queremos ir. Podemos estar equivocados, claro está, pero lo que nos mueve es un convencimiento genuino en lo que hacemos y por eso estamos comprometidos al máximo con ello.
El compromiso, como la productividad, se expresa con acciones. Viajar desde La Línea, Doña Mencía, Elche y Madrid hasta Tudela el fin de semana antes de Navidad, para trabajar intensivamente, no solo sin remuneración alguna, sino poniendo dinero de tu bolsillo, expresa un compromiso inequívoco con el proyecto OPTIMA LAB.
Fue «el fin de semana del conocimiento», ya que supuso un aprendizaje continuo para todos nosotros. A Tudela no fuimos a comer espárragos, sino a trabajar duro. Llevábamos cuatro meses intensos, con uno o dos hangouts semanales, preparando los materiales formativos de la red, además de seguir trabajando en otros proyectos paralelos relacionados con la productividad personal y colectiva, y había que pulir los últimos detalles.
Cuando superas el cortoplacismo y eres capaz de mirar un poco más allá, ganas perspectiva. Esto lo sabemos muy bien en OPTIMA LAB. La perspectiva es lo que te permite pasar de trabajar en «modo reactivo» a trabajar en «modo proactivo». Y cuando trabajas con perspectiva, dejas de obsesionarte con el resultado y aprendes a disfrutar del momento, porque sabes que el camino es lo importante.
En las más de veinte horas de trabajo que compartimos en Tudela, los nodos de OPTIMA LAB estuvimos viviendo la productividad, intensamente, disfrutando de cada minuto, experimentando de forma sostenida la sensación de fluir de la que nos habla Mihály Csíkszentmihályi: «Sentirse completamente comprometido con la actividad por sí misma. El ego desaparece. El tiempo vuela. Toda acción, movimiento o pensamiento surgen inevitablemente de la acción, del movimiento y del pensamiento previos, es como si estuviéramos tocando jazz. Todo tu ser está allí, y estás aplicando tus facultades al máximo».
Fluir es muy sencillo, cuando se dan las condiciones necesarias para ello. Nosotros habíamos trabajado para que las condiciones existieran. Como usuarios veteranos de GTD, sabemos que las fórmulas tradicionales de planificación no sirven y que además producen frustración y estrés. Por eso preferimos lo que llamamos SmartPlanning, que no es sino la formalización metodológica de la forma natural de planificar de nuestro cerebro. Cuando decides desde la proximidad de lo real en lugar de hacerlo desde la incertidumbre que conlleva la adivinación, siempre decides mejor y eso se traduce en dos cosas: enfoque y resultados.
De todos modos, esto no ha hecho más que empezar. El impacto de OPTIMA LAB como red productiva y como CoP será progresivo, sostenido y sostenible. Sabemos que los resultados significativos se alcanzan gracias a esfuerzos asumibles mantenidos regularmente en el tiempo. Como bien dice el maestro Antonio José Masiá: «La lentitud te da precisión y la precisión te da rapidez».
No queremos ser una opción más. Queremos ser el referente en productividad personal y colectiva. Nuestra propuesta va mucho más allá de la formación o de la consultoría tradicionales. Creemos que esta oferta se ha evidenciado como claramente insuficiente para dar respuesta a los problemas y necesidades actuales y por eso, en lugar de preocuparnos solo por el presente, preferimos ocuparnos también del futuro, ya que es allí hacia donde vamos y donde vamos a pasar el resto de nuestras vidas.
Somos artesanos que trabajamos con el compromiso de ofrecer a nuestros clientes una experiencia productiva expandida que asegure la competividad de sus organizaciones. Somos, en definitiva, artesanos comprometidos con el futuro.
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