ENCUENTROCON FERNANDO MARÍAS
“Aloír a alguien mencionar mi curriculum, me parece mentira que haya hecho tantascosas como en él se dicen”
Conectandorápidamente con nuestros alumnos, le recomendó a Natalia Pividal, que leyó surelato Mayo 1945, que siguiera escribiendo,porque en sus palabras se notaba que lo hacía con el corazón, sin duda unmensaje que jamás olvidará una joven escritora.
Profundizandoen su novela Cielo abajo, Maríasmanifestó que con ella colmó su deseo de escribir una novela de amor a Madrid,la que considera su ciudad, porque es peculiar, contradictoria, llena de cosasagradables pero también difícil de soportar, como decía la canción, insufriblepero insustituible. Y la labor de documentación de la novela es la que le haregalado quizá un mayor número de anécdotas, como la protagonizada por el autora los mandos de una avioneta, y el peligro considerable que corrió, anécdotacon la que consiguió cautivar a un público ya entregado y boquiabierto.
Pero en sunovela buscaba también mostrar cuál ha sido la evolución de la mujer a lo largodel pasado siglo, de ahí la figura de las tres Constanzas, una simbolizando lalibertad que obtuvieron con la República, la segunda sufriendo la represión franquista y latercera recogiendo de nuevo las libertades de la transición e incluso de laépoca actual. El mensaje final que nos dejó es un mensaje de sabiduría yexperiencia: “en la guerra, en la novela,en la vida, no existen el blanco y el negro, sino infinitas tonalidades de gris”,y eso experimentaron sus personajes, al igual que tantos españoles que sevieron sorprendidos por la guerra, y terminaron encuadrados a la fuerza enbandos aleatorios, en negros o blancos caprichosos.