La nueva campaña de la cadena de distribución sueca reivindica La Otra Navidad, una celebración más sencilla y genuina que se traduce, a través de la creatividad de un niño, en vivir estas fechas con ilusión y optimismo, con afán de compartir y sin necesidad de grandes regalos o despilfarros.
El spot utiliza un molde de galletas como conductor para mostrar las dos caras de un regalo: la que despierta la imaginación para pasar tiempo y momentos de diversión en familia, y la que sólo busca el disfrute y el capricho personal. Esta segunda cara se refleja en esos adultos que han perdido la inocencia de los niños, y no ven más allá del valor material de un pequeño molde de metal.
Según comenta la directora de marketing de Ikea Ibérica, Gabriela Guardamino, la nueva campaña busca “lanzar a todo el mundo el mensaje de que aunque hoy existen muchísimos factores externos que nos desamueblan la cabeza, hay un lugar que nos ayuda a amueblárnosla de nuevo para convivir y disfrutar de lo realmente importante. Y ese lugar es el hogar y lo que en él ocurre”. No puedo estar más de acuerdo.