Ayer me escapé a Madrid para visitar la exposición "20 años Ikea" en la sede de Colegio de Arquitectos de Madrid que organizaron con motivo de su aniversario y debo de decir que me percaté de algo: a pesar de ser mexicana (y que en México no tenemos ese paraíso) IKEA es parte de mi vida y lo ha sido a lo largo de éstos 20 años. ¿Y cómo es eso?
La primera vez que visité un IKEA tenía 16 años. Vine a visitar a mis tíos un verano a Barcelona y no había persona que no estuviese emocionada con la apertura de esa tienda sueca en España. Así que nos tocó un tour. Además mi tío acababa de casarse y estaba montando su casa. A los 16 años comprendí que una visita al Ikea requería de llevar un coche muy grande o alquilar una furgoneta.
¡Es un auténtico ejercicio mental el acomodar todas las compras en un maletero!
La segunda vez que visité un IKEA tenía 21 años. Vine a España a estudiar un intercambio o "Erasmus" -como le llaman por acá- así que jugué por primera vez a montar "la república independiente de mi casa". Experimenté lo que es el odio-amor a la llave Allen.
La tercera vez que fui al IKEA fue a los 23 años. Me acompaño mi novio, que es actualmente el que me soporta todos los días. Me mudé a Madrid y necesitaba un armario, una mesa central, un mueble para la televisión y cuadros para decorar y hacer "mi espacio".
Después de eso, volví a vivir a México. No fue hasta el 2009 que casi entrando en la treintena volví al paraíso. Ésta vez para comprar T O D O. Me mudaba a vivir a España definitivamente. Ya no era un piso de estudiante. Montar un hogar significa comprar desde una cómoda MALM, varias sillas TOBÍAS, un pack de espejos LOTS, muchos vasos POKAL -de esos grandes grandes para ponerle hielos y CocaCola- y bendecir a los suecos por el inventazo de la funda nórdica (aunque no sé si la inventaron ellos).
No hay IKEA en León. Así que tuvimos que hacer varias expediciones al IKEA de Asturias. Pero esta vez fui chica lista. Le dije adiós a Allen, hola a mi matrimonio. Contraté el envío de la mudanza y el ensamblaje. Así que mi hogar IKEA no fue armado por mí- como dicta la tradición y la economía- pero bien me valió mi paz familiar.
Yo me solía reír cuando paseando por las calles veía en las agencias de viaje: ¡EXCURSIÓN AL IKEA! ¿era en serio? No tuvo que pasar mucho tiempo para que lo entendiera. Ir al Ikea es una necesidad y un placer.
Y llegaron nuestros hijos. Y llegó la mecedora POANG. Y llegó la famosa trona ANTILOP del Ikea. Y llegó la alfombrilla verde plegable PLUFSIG Y llegaron las marionetas de dedo. ¡Y LLEGÓ LA LÍNEA KRITTER!
Lo que nunca ha faltado en cada expedición porque son "un clásico" son los lápices. ¡Sin duda la viñeta de Esther Gili -principal motivo de mi visita a la exposición- fue mi debilidad! ¿Hay alguien que los devuelva? ¡Le hago la OLA!
Ésta exposición me hizo recordar a través de 20 ilustraciones de artistas reconocidos de la talla de Esther Gili, Moderna de Pueblo, P8ladas, Bernardo Vergara, Manel Fontdevila, Laura Pacheco, Carlos Areces, Albert Monteys, Javirroyo, Ana Oncina, Alfonso Casas, Bea Tormo, Marta Altés, Clarilou, Michi Comic, Ana Belén Rivero, Las Rayadas, Pedrita Parker, La Volátil y La Mandanga que IKEA es exitosa porque va más allá de ofrecer muebles de diseño y calidad a bajo coste.
Visitar un IKEA es una experiencia y si ha triunfado es porque es parte de tu vida.
Al menos es parte de la mía y de mis historias en España.
¡Enhorabuena por esos 20 años!
La exposición Ikea 20 años estará abierta al público del 26 de abril al 5 de junio de 10:00 a 20.30h de lunes a domingo -1 de mayo cerrado- y será de entrada libre.
Todas las ilustraciones de éste post pertenecen a Ikea España.