Los animales fueron los primeros compañeros del hombre en el paraíso. Noé los llevó en su arca, y en la mitología la relación ser humano-bestia es un tópico recurrente. Han servido como fuerza de trabajo, compañía y, ahora, están sirviendo como terapeutas. "La buena salud está íntimamente vinculada con los animales", dice Howard Frumkim, científico de la Universidad Emory, en Atlanta. "Los que tienen mascotas presentan menos problemas médicos, y los beneficios se traducen en mejoras en la presión sanguínea, mejor calidad de vida tras un infarto y una mayor capacidad para sobrellevar el estrés".
Fue en 1972, en Inglaterra, cuando los animales domésticos se utilizar por primera vez en el ámbito terapéutico. El médico Wiliam Tuke los empleó para mejorar las condiciones infrahumanas que existían en los manicomios de la época y para enseñar autocontrol a los pacientes. Sin embargo,no fue hasta 1980 que se dinfundió el primer informe epidemiológico sobre el valor terapéutico que ellos tenían, el cual reveló que casi 100% de los pacientes que habían sufrido unataque cardíaco y tenían mascotas, seguían con vida un años después, contra 70% de lso que no tenían animales.
"Hoy existe suficiente evidencia científica que demuestra que el contacto con la naturaleza y con los animales es beneficioso para la salud", precisa Alan M. Beck, profesor de Ecología Animal en la Universidad de Purdue. "La compañía de animales no sólo puede proteger a las personas de la soledad, sino que mejora la salud sicológica de sus dueños, especialmente si son personas que viven solas y tienen mucho afecto por su mascota".
Un estudio realizado por los servicios de Siquiatría y Medicina Interna del Hospital Clínico de Barcelona, en España, destacó que entre las cualidades terapeúticas reconocidas en los animales se encuentra que contribuyen a una mejor calidad de vida de las personas, un aumento significativo en la percepción subjetiva de los niveles de bienestar, vitalidad y salud en general, así como una disminución en los niveles de ansiedad. Las mascotas también ayudan a mejorar el ánimo e inciden en el plano social, ya que facilitan la interacción con otras personas y estimulan el diálogo. "Ha quedado más que demostrado que las mascotas son , a menudo, los mejores terapeutas del hombre, superiores incluso a los recursos convencionales de la medicina y la siquiatría", dice María Dolores Torner, directora de la Fundación Purina, patrocinadora en España de los programas de Terapia Asistida por Animales de Compañía.