Ilunion valencia (valencia)

Por Candreu
ILUNION VALENCIA (****)
Valle de Ayora 1
46015 Valencia
Habitación: 428
Fecha de llegada: 9/03/17
Tarifa: 
A las afueras de Valencia, en la zona de expansión de la ciudad junto al Palacio de Congresos y junto al inacabado campo de fútbol encontramos un enorme edificio ocupado por tres hoteles distintos. Un Eurostars y dos hoteles de la cadena Ilunion de tres y cuatro estrellas. A nosotros nos corresponde el de cuatro, que hasta hace un poco era un Novotel, y todavía se le nota. 
Una tranquila y luminosa calle (la parcela de enfrente está sin desarrollar) acoge la entrada del hotel. Una enorme cristalera con algunos vinilos ocupa todo lo que es la recepción. La luz lo llena todo. Techo altísimo, como si fuera dos o tres alturas, dos puertas correderas y decoración en tonos marrones oscuros. Buena temperatura, pero demasiado follón que se escucha desde la cafetería/restaurante que está al fondo pero sin puerta que la separa de la zona de acogida. Un largo mostrador en negro y marrón nos recibe frente a la puerta. Hay varios puestos de trabajo con las pantallas quizá demasiado altas. Por detrás del mostrador, decoración en madera oscura y apliques de luz en tonos amarillentos. Frente al mostrador y bajo los cristales hay varios sofás con mesas para esperar a clientes alojados, charlar, trabajar... En general el espacio resulta demasiado gigantesco y por tanto algo desangelado.
Tras el mostrador una simpática, amable y eficaz recepcionista nos da la bienvenida. Enseguida localiza nuestra reserva y los datos de nuestro DNI. Nos entrega la tarjeta de la habitación, nos explica el funcionamiento del wifi (gratuito, veloz, sin cortes y de sencilla conexión) y avanzamos hacia la izquierda hacia los ascensores.
No son nuevos, pero tampoco están descuidados. Luz algo mortecina, un espejo y algunos carteles con publicidad de la cadena, e información del hotel. Sube rápido hasta el piso 15. Allí salimos a un largo pasillo que recuerda totalmente a un Novotel. Moqueta color salmón en el suelo, paredes blanquecinas y luces algo amarillentas para avanzar por el pasillo. Las puertas, de color madera clara, muy pesadas y con poderoso marco que aísla mucho la habitación de los ruidos del pasillo. 

Tras la puerta, suelo de madera limpísima y nueva en tono marrón oscuro. Todo lo demás, recuerda a un Novotel. Un pasillo avanza hacia el dormitorio. En él a la derecha, los interruptores y la puerta del baño, de color blanco. A la izquierda hay un armario bajo con dos puertas que guarda algunas mantas extras. A continuación dos tableros sostienen con la pared unas barras de colgar con un espejo entre ambas. En cada barra un par de perchas. Es el armario. Toda la madera es clara. A continuación de los colgadores y ya casi en el dormitorio hay un pequeño armario con una estantería iluminada con información del hotel, un minibar con dos botellas de agua de cortesía y una caja fuerte. 

Notamos algo de frío, las luces son algo mortecinas, con lo que no ayudan y demasiado ruido. La ventana no encaja bien en el marco. Llamamos a recepción y en cuestión de segundos aparece alguien de mantenimiento que casi desmonta la ventana, pero nos la deja perfectamente encajada y aislados del exterior. El piso es alto (15) pero las avenidas que circundan el hotel son de alta capacidad y "sonoridad". La ventana nos protege. El foscurit generoso en tamaño no impide que por la mañana la luz de Valencia se cuele por alguna rendija. 

En el dormitorio encontramos un maletero de madera y tela azul, sobre el que hay unos cuadros en tonos grises. Junto a él, un generoso escritorio que puede girarse para trabajar con las piernas estiradas. Incrustado en él hay una lámpara de trabajo, quizá algo tenue. Un teléfono, varios enchufes para el portátil una silla, una televisión plana y el folleto del room service del hotel.

En la pared del fondo encontramos la ventana, que nos acaban de reparar. Sus vistas son magníficas hacia el exterior de la ciudad. Junto a ella y frente al escritorio encontramos un sofá-cama-doble tapizado en un marrón grisáceo. Y junto a él, el mueble que conforma la cama. De madera clara, con dos pequeñas mesillas una de ellas ocupada por el teléfono. Sobre ellas incrustados en el cabecero dos puntos de luz para la noche. Bajo ellos, sendos enchufes e interruptores para apagar todas las luces de la habitación. 

La cama, en blanco con un plaid a juego con el sofá. Vestida con limpias y agradables sábanas blancas que cubren una manta. Cuatro almohadas muy confortables. El colchón no es muy grueso, pero resulta cómodo. Sin más. Junto a la cama hay un mando del aire acondicionado de sencillo manejo. Lo encendemos para darnos cuenta que hace algo de ruido, pero no lo necesitamos. La habitación tiene una temperatura adecuada. La insonorización es estupenda tanto exterior como interiormente.  

El baño es otra vez made in Novotel. El suelo como de madera plastificada, y las paredes con unas baldosas blancas con unas cenefas a media altura de colores azules y marrones. Además de un inodoro con la cisterna incrustada en la pared y un bidet hay una bañera de forma extrañamente redondeada y muy sobreelevada protegida por una antihigiénica cortina blanca. El caudal en el grifo es prácticamente inexistente. Apenas un hilillo de agua con el que hay que despertarse y ducharse por la mañana. 

El lavabo es una pieza de fibra de vidrio de color verdoso. Sobre él un gran espejo con dos luces a cada lado. La luminaria se completa con varios puntos de luz en el techo. Dentro de la ducha se ofrecen dos toallas de baño colgadas de un toallero, y bajo el lavabo otras dos de lavabo. Un secador de pelo anclado en la pared y una bandeja de plástico blanco con amenities (dos botes de gel, dos de champú y un jabón de manos) completan el set de baño. 

Por la mañana el ruidoso comedor, muy iluminado por las ventanas que dan al jardín del hotel, ofrece un desayuno buffet algo destartalado. Hay zumos naturales, platos calientes (tortillas, chorizos, bacon...), embutidos y quesos, cereales, yogures, dulces (bollos, donuts...) y un café de máquina que no es malo. Lo mejor, sin duda, el atento servicio.

En recepción, para la salida nos atiende otra joven muy atenta y servicial. Al no haber minibar se preocupa por nuestro descanso y por si necesitamos ayuda para seguir nuestro viaje. Sin duda, lo mejor del hotel, su atención.


Calidad/precio: 
Servicio: 9
Ambiente: 7
Habitación: 7
Baño: 4
Estado conservación: 7.5
Desayuno: 5
Valoración General: 7