No lo digo por la prohibición dictada en Cataluña, lo digo por la ofensiva anti-taurina real que se está llevando a cabo por parte de los taurinos. Ofensiva que es la causa objetiva de los problemas que atraviesa este Arte, no lo de Cataluña que no es más que una consecuencia.
Salvo excepciones en lugares y días concretos ya no se celebran corridas de toros, solo se celebran espectáculos insulsos cuyo parecido real la majestuosidad que debería representar una tarde de toros es pura coincidencia…
Como todos los años este he visto muchos festejos y poco me ha emocionado, el motivo todos lo sabemos, la ausencia del toro. Quienes leen esta bitácora saben que soy un defensor del encaste Domecq, al que mucha gente culpa de los males de este Arte, pero sinceramente me preocupa su exagerada expansión en el campo bravo actual y la perniciosa selección de animales sin ninguna casta que se está realizando.
El panorama actual se resume en lo siguiente, ferias “mono-encaste”, con animales que en un porcentaje tremendamente elevado presentan un descastamiento tal que en la plaza es imposible que consigan trasmitir cualquier emoción. Con esta materia prima la lidia pierde cualquier posibilidad de “transmisión” y se dan espectáculos tremendamente aburridos, aburridos para mi que soy un enamorado de esto, así que para el resto… esta materia prima es la causa principal de los males que sufre este Arte. Es el motivo de mi perdida de ilusión.