Ilusión desbordante

Por Siempreenmedio @Siempreblog

5 septiembre 2014 por JLeoncioG

La crisis, esa bestia negra que ha asolado todo y nos ha hecho reinventarnos, golpeó hace ya algunos años duramente a los creadores de estas islas, a algunos más que a otros. Parece que todo lo que se hizo antes de la tormenta es ya de otro tiempo, de otra cultura distinta, que no nos pertenece.

En los compases previos a desatarse el maremoto del declive económico tuve la oportunidad de trabajar en dos producciones audiovisuales del mundo documental: Los mares petrificados, Domingo López Torres y Las alas verdes del dragón, Drake en el mar de Canarias. Ambas películas tuvieron su recorrido de proyecciones, certámenes, concursos y presentaciones. Y los equipos que las hicimos posible quedamos satisfechos, porque la acogida de ambas no fue mala.

De Los mares petrificados escribí en su momento en tres artículos (uno, dos y tres) en este blog. Una vez finalizado este ciclo natural de los productos culturales pensé que el silencio sepultaría la cinta, condenándola a la estantería de mi salón.

Pero no fue así. Un grupo de estudiantes de lengua y literatura española de la Universidad de Osnabrück la visionó en un viaje de fin de curso en el que visitaban Puerto de la Cruz, y en esa ocasión a sus profesoras se les ocurrió la idea de usarla como elemento base para un trabajo de traducción e interpretación al alemán.

Un año les ha costado analizar los diálogos y las canciones de nuestra película y traducirlos a su lengua e incluir los subtítulos en ella. Como colofón, han conseguido que el documental se proyecte en octubre próximo  en el Festival de Cine de Osnabrück, en su universidad y en el Instituto Cervantes de Bremen. Y allí iremos Miguel G. Morales, que fue su director, y yo como guionista, a contarles el proceso de producción y realización e incluso a llevar algo de maresía a aquellas tierras.

Es un placer inmenso para nosotros que un producto cultural humilde, sin pretensiones, haya servido para un trabajo de investigación en una Universidad extranjera. Este renacer de Los Mares… es el mejor premio que hemos podido obtener de aquel trabajo. Veamos en octubre la reacción de los espectadores alemanes.

La mía ya es de agradecimiento infinito e ilusión desbordante.