Ana Juan ha puesto en imágenes Otra vuelta de tuerca. El resultado es una colección de ilustraciones con las características habituales a las que nos tiene acostumbrados esta gran artista valenciana: personalidad, capacidad para sugerir y belleza plástica. La excelencia de su trabajo es incuestionable y habla por sí sola. Arriba tienen un ejemplo, basta mirarlo para admirarlo.
Quien a estas alturas no haya leído (o sí, depende) la novela de Henry James, clásico de la literatura de fantasmas (o no, depende), dispone ahora de la edición de Galaxia Gutenberg con este gran valor añadido. La interpretación que hace Ana de Otra vuelta de tuerca es profunda, meditada y valiente, plasmando el supuesto desorden psicológico de la protagonista en símbolos de gran intensidad y expresividad visual. Exquisitez y talento. ¿Una imagen vale más que mil palabras? A veces puede ser. En este caso, la imagen completa al texto, va más allá, se mueve en el terreno de aquello que James insinúa, o no termina de escribir, o escribe a medias. Ilustrar es eso, en definitiva. Ofrecer una lectura gráfica. Apostar por una personal exégesis de lo narrado.
De la traducción ya no respondo -no he conseguido averiguar quién es su autor- y es que aún me escuece horrores la herida que abrió en mis interioridades la nefanda traducción de Grandes esperanzas de Dickens que esta editorial publicó sin pudor el año pasado. Así que, ándense con ojo. Y, si pueden, con dos.