Si viste Bastardos sin gloria hace poco, la voz seca de Dirk von Lowtzow te va a llevar directamente a la sonrisa maquiavélica del personaje más sádico que hayamos visto en cinemascope, el sargento Hugo Stiglitz. Y si no ibas a hacer esa asociación probablemente ahora la hagas, pero a no desanimar son solo unos segundos, todavía podemos ponernos bucólicos sin ver fantasmas.
Por suerte las violas y violines nos van limpiando la cabeza de imágenes sordidas y nos depositan en la campiña alemana, donde imaginamos a los lugareños poniéndose querendones en la cantina del pueblo meciendo una jarra y cantando melodías tradicionales. Tocotronic es una banda de Hamburgo con nombre de video juego ochentoso y más de 20 años en la ruta indie. De lejos se ve que este no es su tema más representativo, pero a veces el tema menos representativo es el que mejor nos habla de una banda. En esta canción los encontramos explorando su costado más delicado desde un lugar menos eléctrico y entre el raspar de las consonantes se deja ver una sensibilidad, todavía helada, que nos resulta extraña.
Hoy quizás no estamos compartiendo una canción apta para todos los humores de un miércoles, en todo caso habrá que reclinarse y jugar a entender qué nos sugieren esos ruidos raros.