Enclavada a las afueras de la actualmente pedanía alcantarina de Estorninos, cercano a la antigua senda que unía la antaño localidad con el municipio al que hoy pertenece, un humilladero de planta cuadrada y menudas proporciones, de muros pizarrosos, graníticas esquinas y cúpula latericia bajo la que los cuatro evangelistas reflejados en las aristas de la construcción custodiaban una posible cruz de camino, saludaba al viajero que sus pasos dirigía hacia poniente permitiéndole, como capilla y siguiendo añejas costumbres en los puntos de llegada y partida de rutas y veredas, dar gracias o rogar por el buen trascurrir del trayecto.Estorninos (pedanía perteneciente a Alcántara; Cáceres). Siglos XVI-XVII; estilo renacentista/barroco.
Abajo: actualmente en estado ruinoso, el Humilladero de Estorninos se adivina junto al actual camino de acceso al cementerio de la pedanía, conectado con la carretera CC-111 a poca distancia de los límites orientales del caserío, en pie pese a su dejadez mostrando, además de su fortaleza y fábrica, erigido a base de mampostería de pizarra, cuarcita y granito, reforzada en las esquinas con sillares de éste último, las heridas que en su estructura va marcando el paso del tiempo y el olvido de los hombres, tal y como puede apreciarse en los cuatro costados de su fábrica vistos desde el Norte, Sur, poniente y levante respectivamente, apreciéndose desde grietas en la cara septentrional, a destacable pérdida de material en las portadas de acceso al monumento, abiertas en las paredes oriental y occidental del mismo.
Abajo: diseñada la capilla sobre sencilla planta cuadrada de muros pétreos coronada con cúpula latericia, recuerda su construcción la del eremitorio conservado que, junto a las huertas del antiguo Convento de San Bartolomé de Alcántara y actual Hospedería alcantarina, servía a los monjes franciscanos de retiro espiritual, siguiendo una simple estructura ya vista en otros inmuebles religiosos sitos en diversos puntos de la región, como en el caso de la ermita de San Blas en Alburquerque, que permitiría poder fechar el monumento estorninero contemporáneamente a éstos entre los siglos XVI y XVII, sufriendo quizás su destrozo, como el del total caserío, a raíz del paso de las tropas portuguesas por la zona durante la Guerra de Sucesión, estragos que además de apreciarse en las portadas afecta a la cúpula semiesférica de cerramiento superior del habitáculo, perdida parte de la estructura que unía tal solución arquitectónica a la portada de poniente, conservándose sin embargo bajo ella el pareado de ménsulas pétreas que posiblemente sostuviesen un tejadillo o atrio que, levantado con maderas, permitiera guarecerse al viajero que junto al humilladero parase o en él se hubiera detenido a orar.
Abajo: estucada en su interior, aún hoy en día se conserva el primitivo recubrimiento de la cara interna de la cúpula del Humilladero de Estorninos, erigida sobre pechinas y originalmente ornamentada con pinturas al falso fresco que, aún de manera humilde, otorgaría una decoración que embellecería el menudo inmueble religioso en cuyo interior se alzase muy posiblemente, como en otros casos conocidos e inclusive conservados, así en Guadalupe o Llerena, una cruz enteriza o depositada sobre columna o poste, sin que haya quedado vestigio alguno de lo custodiado en el caso estorninero.
Abajo: es en el interior del lateral norteño, aplicable a las pechinas que descansan sobre el mismo, donde se han logrado preservar mejor dentro de su precario estado de conservación las pinturas que sobre el estuco de recubrimiento ornamentarían el interior de la capilla, adivinándose en los soportes de la cúpula lo que parecen ser personajes masculinos que bien pudiesen corresponder a los santos evangelistas, a juzgar por el libro que parece portar la figura inscrita en la pechina nororiental, apreciándose una decoración sin embargo mucho más geométrica, en tonos rojizos y ocres, sobre la propia pared en sí, restando un friso con roleos vegetales insertos.
Abajo: apenas conservados unos mínimos retazos del estuco y correspondientes pinturas plasmadas sobre el mismo en el interior del muro meridional, desdibujadas y casi ilegibles las obras plasmadas en las pechinas depositadas sobre dicho flanco sureño, llama la atención en este punto del inmueble la existencia de un vano abierto en la parte superior de la pared, abocinado e igualmente estucado primitivamente.
Abajo: se conserva en el costado oriental del bien el arco que coronaría en lo vertical la portada abierta en este lateral de la capilla, curiosamente diseñado en carpanel y fabricado, como la cúpula, en ladrillo, estucado y posiblemente decorado su intradós bajo el cual, mirando hacia poniente, puede observarse la silueta del caserío y la iglesia estorninera dedicada a Santiago Apóstol, erigida entre los siglos XVI y XVII, cuando la hoy pedanía alcantarina viviría su mejor etapa histórica y poblacional, y único edificio religioso del lugar junto al actualmente semiolvidado Humilladero.