De un alto valor histórico, este hallazgo supone acercarnos más directamente a lo que representaron los totalitarismos de la primera mitad del siglo XX y, la figura de Adolf Hitler en particular. Y pone de manifiesto de forma clarividente cuales eran a "pie de calle", los medios organizativos, estrategias y principios ideológicos del nazismo. Así conceptos, simbologías o exaltaciones tales como: la lucha del destino colectivo de la nación, el culto a la personalidad del líder, la glorificación de la guerra, la propaganda y el control de las masas, o la extrema importancia concedida a los símbolo externos (banderas, escudos, uniformes,...), otorgan una nueva perspectiva al espectador, aún más cruda si cabe, de la barbarie que representó el nazismo.
Una realidad palpable y creemos propia de tiempos pasados, aunque el rancio anacronismo de la Corea comunista demuestra que a veces la historia, no logra aprender de sus errores.
Nota: la entrada ha sido elaborada tomando como fuente la revista Life, y con la ayuda de un amigo nuestro.