Las cifras hablan de más de 600 personas asesinadas en Libia por reivindicar pacíficamente la democracia y la libertad. Al igual que ocurrió con Mubarak y Ben Alí, expulsados de la Internacional Socialista cuando sus pueblos se rebelaron contra su tiranía, la Comunidad Internacional empieza ahora a distanciarse de Gadafi, en un intento por lavar su imagen y su responsabilidad en el mantenimiento de una dictadura, a cuyo líder han recibido con loas y honores de estado Aznar, Zapatero, Sarkozy y Berluconni. Sin duda alguna, sabían muy bien quien era, pero el petróleo compra voluntades y conciencias. Todo mi apoyo a las ciudadanas y ciudadanos de Libia.