Sé que el fotógrafo o el periodista no hacen más que captar o reflejar la realidad. Sin embargo, la foto fija puede engañar más que un vídeo como ocurrió con Kevin Carter y la verdadera historia de su premio Pulitzer por la famosa foto en la que la que, aparentemente, un buitre esta esperando la muerte del niño desnutrido para devorarlo cuando en realidad éste estaba defecando. Esta foto desató tal polémica ética que su autor, con un carácter muy inestable, después de recoger el Premio Pulitzer en la Columbia University, conectó una goma al tubo de escape de su coche, dejó una confusa nota y se suicidó a los 33 años en la noche del 27 de julio de 1994.
Mi amigo Paco Elvira sabe mucho de esto pero ¿dónde está el límite para que salga en un diario que está al alcance de cualquier niño? No lo tengo claro. Quizás Paco nos pueda ayudar.