
A estas alturas todo el mundo conoce la serie pero para aquellos más despistados deciros que la trama se centra en cuatro mujeres de más de 55 años que comparten casa en Miami. Durante siete temporadas y 180 capítulos conocimos y reímos y lloramos con Rose Nylund, Dorothy Zbornak, Blanche Devereaux y Sophia Petrillo. La más mayor de todas ellas, Sophia, es la madre de Dorothy y llega a la casa en el piloto porque el asilo donde vivía, Prados Soleados, ardió. En principio, el personaje de Sophia iba a ser episódico pero su dinamismo y frescura la convirtieron en uno de los más queridos por el público. A día de hoy, la frase “Imaginad: Sicilia año 1919...” remite directamente a The Golden Girls.
La comedia, escrita con humor muy fino y con mucho cariño por los personajes, destaca por presentar una visión positiva de la madurez de la mujer y de la amistad. Durante siete años compartimos los sueños, decepciones, alegrías, aspiraciones y temores de esas mujeres que se esforzaban por seguir adelante por mucho que el mundo se empeñara en decirles que, llegada determinada edad, una mujer se convierte en un cero a la izquierda. The Golden Girls trataba temas de actualidad en aquel momento – la serie se emitió entre 1985 y 1992-, así que las drogas, el sida, la muerte, la política, la homosexualidad, el acoso sexual, la inmigración, el síndrome de fatiga crónica (este capítulo es de visionado obligatorio), las personas sin hogar (devastador a todos los niveles) y el Alzheimer. Las tramas, siempre tratadas con un gran respeto y sin sensacionalismos; el humor, el pequeño terremoto que representaba un personaje como Sophia Petrillo y una larga – y sorprendente- lista de estrellas invitadas (Bob Hope, Julio Iglesias, Leslie Nielsen, Burt Reynolsds, Mickey Rooney, Dick Van Dyke o Debbi Reynolds) conviertieron la serie en un éxito que acumuló premios y cosechó grandes audiencias en un momento en el que la NBC necesitaba un empujón. El responsable de la cadena del pavo real por aquel entonces, Brandon Tartikoff, puede presumir de que bajo su ala shows como La Ley de Los Ángeles, Canción Triste de Hill Street, Cheers y Las Chicas de Oro, colocaron a la cadena en lo más alto.

Treinta años han pasado y las historias de Saint Olaf de Rose, el orgullo sureño de Blanche, el pragmatismo de Dorothy y los recuerdos sicilianos de Sophia; siguen arrancando carcajadas. El año pasado revisité la serie para descubrir más capas temáticas debajo de los elegantes pijamas y las tartas de queso. Creo que pocas series han retratado mejor la amistad femenina, sus ramificaciones e importancia. Rose, Blanche, Dorothy y Sophia aprendieron a quererse a pesar de las diferencias, a respetarse, a comprenderse y ayudarse. Cuando Dorothy se marcha del chalet de Miami para iniciar una nueva etapa vital, se despide de sus hermanas a las que siempre, SIEMPRE, llevará en el corazón.