Me gusta el nuevo disco de Imelda May, ese Life. Love. Flesh. Blood donde muestra su nuevo look, sus nuevos aires, y su nueva música, todo ello dentro de su nueva vida. El disco rezuma calidad, buen hacer, momentos de pausa deliciosos y ante todo nos deja claro que esta artista, que quizás podía haberse quedado algo encasillada, tiene mucho más repertorio, paleta y registros, más de los que muchos podían llegar a pensar.Aquí hay un soul que está inspirado en el desamor, y se aleja no tanto de la base que la dio a conocer, algunos de los temas siguen recordando de donde viene, eso es inevitable. También hay gospel, blues (la colaboración con Jeff Beck), folk, etc., sin duda un trabajo variado pero con sabor a almíbar, como decía el amigo Luther Blues.El tema que abre el disco se llama Call me, y nos lleva con guitarra pausada y su voz a sonidos de crooners de los cincuenta, un tema precioso sin duda.
Os dejo con el vídeo de Call me.