La tecnología ha transformado el mundo laboral en el que se vive. Ya no se puede hablar del empleo del futuro como si fuera algo que está por llegar, sino del trabajo del presente. Hace tan solo 5 años, algunas de las profesiones que triunfan hoy (arquitecto de Big Data, ingeniero de Inteligencia Artificial o experto en Ciberseguridad) no existían. Esta transformación ha dado lugar a una alta demanda de nuevos perfiles con habilidades y competencias diferentes.
Por este motivo, la formación se ha convertido en la mejor garantía de permanencia y desarrollo de los profesionales en el nuevo mercado laboral. De hecho, la tasa de paro de aquellos que poseen estudios superiores (8,67%) se sitúa casi siete puntos por debajo de la tasa general de desempleo (15,28%), según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).
Ahora que el verano termina y comienza el nuevo curso, es un buen momento para reflexionar sobre cómo está cambiando la formación para satisfacer la demanda actual. Desde IMF Business School explican cómo las escuelas de negocios están trabajando para ofrecer a sus alumnos las competencias y habilidades necesarias:
De la mano de las nuevas tecnologías. La demanda de competencias tecnológicas, tanto básicas como avanzadas, aumentará un 55% hasta 2030, de acuerdo con el estudio 'Cambio de competencias: automatización y el futuro de la mano de obra' de McKinsey Global Institute. Aunque las escuelas de negocios llevan años trabajando en esta línea, ahora han comenzado a incorporar nuevas rutas de aprendizaje en sus programas de formación basadas en el uso de Inteligencia Artificial, Big Data e, incluso, realidad virtual. Una gran revolución que posibilita un aprendizaje más inmersivo. A medida que sus costes bajen, estas herramientas irán ganando cada vez más terreno en las aulas.
Aprendizaje horizontal. Una formación cada día más personalizada, poniendo a los estudiantes en el centro y desarrollando una estrategia adaptada a sus diferentes necesidades. Frente a las tradicionales estructuras verticales, IMF Business School acompaña al alumno durante todo su proceso de formación en cualquier modalidad (presencial, semipresencial y online) a través de su metodología student centered. Ésta no solo ayuda a retener mejor los conocimientos sino también aumenta la motivación y el compromiso del alumnado.
Programas de aprendizaje ‘espejo’. Debido al imparable ritmo de las innovaciones tecnológicas, los tradicionales cursos han dejado de ser la mejor opción. Por ello, algunas escuelas de negocios como IMF Business School mantienen una relación activa con las empresas más punteras de los diferentes sectores para desarrollar conjuntamente programas adaptados a las demandas del mundo real y elaborar contenidos actualizados.
Carlos Martínez, presidente de IMF Business School, apunta que desde la creación de la escuela en 2001 la formación ha sufrido una gran transformación. “No solo el trabajo ha cambiado, también la forma de acceder a él. Por esto motivo, las escuelas de negocios debemos estar más actualizadas y preparadas que nunca. Solo de esta forma podremos dar respuesta a las exigencias del mercado laboral actual”.