Holaaaaa! Si, aquí estoy, no me morí, no dejé el blog, no me olvidé de ustedes, no dejé la blogger life, nada nada. Solo me fui de vacaciones y no alcancé a escribir un post para avisarles porque estuve MUY ocupada justo antes de irme.¿Qué? ¿Vacaciones otra vez dijo? Sí, eso dije. Y en dos meses y poco más se vienen otras. Qué puedo decir, le tengo cierto gusto a pasar 7.000 horas sentada en un aeropuerto esperando a que salga mi avión (jaja, kill me).Anyway, no digan que no les avisé, porque les conté unas tres millones de veces que me iba a Rio de Janeiro con mi novia, y de ahí es de donde vengo llegando hace menos de 24 horas. No se suponía que comprara ningún libro, pero resulta que todos los países venden más libros juveniles en inglés de los que Chile se atreve a mirar, así que me traje uno. #NotEvenSorryIgual esto es todo una big fat excuse para mostrarles como me fue.Pero primero (supongo) tengo que mostrarles el libro.
Otra cosa que amé es que los libros son muy baratos allá, este me salió un poco más de un tercio de lo que me saldría un hardcover aquí. Si hubiera traído más dinero conmigo, habría comprado seguramente uno o dos libros más, pero seguramente es mejor así, porque el viaje de Junio es a New York y Barnes & Noble ya está preparándose psicológicamente para mi visita.
Ahora que ya les mostré mi libro (que es hermoso hermoso hermoso), les puedo mostrar fotos de Rio (que también es hermoso hermoso hermoso).Ya había ido antes cuando era una niñita (o no tan niña, pero no una joven hermosa y genial como soy ahora, ay) pero esta vez no fue lo mismo porque 1) esa vez fue con familia en vez de novia y 2) esta vez fue con mi propio dinero y ay ay como duele (porque duele).Aunque el dinero duela, lo pasamos increíble, así que dejenme mostrarles.