IMM, o no dejes para dentro de cuatro meses lo que puedas hacer hoy

Por Perdidas Entre Páginas @LasPerdidas

Y es que hace un poco más de cuatro meses que publiqué mi último IMM, así que me he visto en la obligación de ponerle un límite al tiempo, porque se me han acumulado demasiados y no era cuestión de ponerlos todos.

Respirando cerca de mí, de Jorge Gómez Soto. Libro que el autor me dio la oportunidad de leer y no me lo pensé dos veces. Un libro cortito, muy bueno en algunas cosas y que cojea en otras. Tenéis la reseña por el blog, así que tampoco voy a extenderme demasiado.

La Bella Durmiente del Bosque, libro monoso donde los haya. De esos para superficiales como yo que se deleitan mirando páginas, tocándolas, y perdiéndose en imágenes. Un cuento cortito, bonito y con una edición preciosa.

Dice Nia que estoy enamorada de Leticia Sánchez, y la verdad es que no puedo adorar más cada una de sus letras. Real, llena de notas, de sabores, de olores y libros de esos que su complejidad, que la tiene, está envuelta en un halo de sencillez que demuestra las tablas que posee su autora. A punto de acabarlo estoy y ya me estoy replanteando mi vida, porque ¿qué haré yo cuando lo acabe?, espero que Leticia no tarde mucho en publicar otro libro o me dará un colapso.

La puerta de las rimas, de Eduardo Ortega, es mi siguiente lectura. Me llegó desde Algón Editores gracias a Jimena que es un amor (ojalá muchas más editoriales tuvieran a personas tan dedicadas y entregadas entre sus filas). El libro es cortito, tiene muy buena pinta y parece de esos que a mí me enamoran, pero ya os confirmaré si ha sido así o no cuando lo lea.

Jasper Jones estaba en el Carrefour por 5 euros (no llegaba) y yo al leer la sinopsis y lo que decían de él sus solapas no pude hacer otra cosa que llevármelo. Aunque yo había ido a por La Selección, libro que un camaleón azul me recomendó, y como mi madre siempre dice que los borrachos y los camaleones azules nunca mienten, pues a por él que me fui. Ya se sabe que para gustos colores, pero como solemos coincidir en gustos me arriesgué… y no, no tuvo nada que ver la preciosa portada que tiene. Mal pensados.

¿No os parecen una completa monada los libros de Neo? A mi sí. Los días que nos separan de Laia Soler ya está reseñado, un libro dulce y precioso de esos que enamoran y que aunque tenga algunos peros, el balance es positivo. Una de esas historias que se leen en un periquete. Y después está Perkins, que me enamoró en París y veremos a ver ahora qué hace, el listón está alto, pero seguro que lo consigue. Os cuento en nada qué tal.

Cosas que nadie sabe es lo nuevo de Alessandro D’Avenia del que guardo un muy buen recuerdo de su anterior libro Blanca como la nieve roja como la sangre, y aunque tenía bastante carga religiosa y yo soy un poco niña del exorcista, me pareció una cucada. Veremos a ver con qué nos deleita con esta nueva publicación.

No me olvido del reto, ¿qué os creíais? La princesa prometida y La isla del tesoro se vienen a casa a cumplir mi primer reto. Dos ediciones preciosas. La princesa prometida incluye la novela inconclusa que continúa la narración, y aunque no es ilustrado, sí que está muy bien cuidada su presentación. La isla del tesoro es una pequeña maravilla que viene en una preciosa edición a la que las fotos no le hacen justicia. Huele a mar. Os lo enseñaré en profundidad en la reseña, pero no me puedo resistir a daros un tentempié:

Brújulas que buscan sonrisas perdidas es lo nuevo de Albert Espinosa, autor al que no he leído nunca pero con el que me he emocionado varias veces al escucharle en entrevistas y al ver alguna que otra película suya, y por supuesto con la gran serie Pulseras Rojas. Veremos a ver qué tal es plasmando en papel, aunque me han adelantado que hay muchos puntos… infinitos… sin fin… veremos… a… ver… Este me llegó de parte de Nia y esperemos a si tengo que agradecérselo o echarle las manos al cuello (con cariño).

Pretty Girl 13 es uno de esos libros del que no veo ni una letra en ningún blog, pero que me llama poderosamente la atención. Fue verlo en la revista del Circulo y decir “este es de los míos”. Poco os puedo adelantar, pero tiene una pinta de dramón de los buenos, pronto os cuento en qué queda la cosa.

Y aquí viene la monosidad monosa de este IMM, y es que en el Circulo hacían colección de cajitas y me apunté básicamente por la de El principito (que encima, es la última en salir… yo tan afortunada como siempre). Las otras en foto no me decían mucho, hasta que la primera llegó a mi casa y me enamoré perdidamente: ¿No es preciosa?

Y con la foto de grupo me despido por hoy, que no ha sido poco.

¿Habéis leído alguno? ¿Os llama la atención alguno en especial? ¡Os leemos!

Maisha