Mis 5 imperfecciones...
-Soy demasiado perfeccionista...no, espera, soy El Perfeccionista. Esto, aunque parezca una contradicción respecto al tema del meme, ya lo he comentando en más de una ocasión, y es que ese afán de perfección en las cosas que hago (curiosamente nunca exijo ese grado de excelencia a los demás, porque sé que la perfección no existe) me lleva a abandonar proyectos a los que doy vueltas y vueltas en busca de que me salgan redondos. El ejemplo más claro de esto es a la hora de escribir relatos, pues siempre están en mi mente, los rumio y les doy vueltas hasta que al final, desisto. El blog también es una de esas empresas en las que aspiro a más, y lo tengo en mi cabeza, girando cual peonza mientras le busco qué defectos tiene y qué cosas puedo mejorar en él... Ya tuve una época en la que lo tuve aparcado porque no tenía el nivel que yo quería...
-Suelo discutir bastante (también podríamos llamarlo "debatir", si queremos suavizarlo un poco...), y he de reconocer que suelo creer que llevo la razón en demasiadas ocasiones, lo que me lleva a seguir argumentando y discutiendo hasta que salgo del bucle y me doy cuenta de que no siempre puedo tener razón en todo. Vamos, que soy un cabezón arrogante.
-Soy el Rey del Rencor. Sí, así, con mayúsculas. Perdono en contadas ocasiones y a muy pocas personas, (ahora mismo se me ocurren 2-3 personas, familia aparte...) pero no olvido nunca jamás. Además, quien me la hace, la paga, antes o después. Así que apuntadme como "rencoroso" y "vengativo" en la lista, y creedme, no es algo de lo que me sienta orgulloso.
-Quizás soy un poco vago, sobre todo cuando no me gusta lo que tengo que hacer (supongo que esto será normal...), porque cuando algo me atrae o me gusta me pongo a ello sin dudarlo y lo saco adelante.
-Me gusta que las cosas se hagan a mi manera, y hago lo imposible porque así sea. Entiendo que esto a veces puede ser odioso y que puedo resultar muy pesado, pero es algo que hunde sus raices en la infancia y tomó cuerpo en la adolescencia cuando, por ejemplo, había que hacer trabajos en grupo y me encargaba yo, porque quería controlarlo todo. Aunque eso no quiere decir que no sepa trabajar en grupo, porque actualmente trabajo con un compañero y las cosas nos van a las mil maravillas. Supongo que terndrá que ver con el resto del equipo.
Cinco cosas que detesto de los demás:
-La primera es fácil: la hipocresía. Odio la gente que no va de frente, y me gusta que las personas que interactúan conmigo lo hagan igual que yo con ellos, de frente y sin rodeos, aunque a veces podamos resultar bordes o cortantes, prefiero eso a la falsa cortesía.
-No me gusta la falta de higiene. Entiendo que el aseo personal es una cosa básica a la hora de denominarnos seres "humanos" o "civilizados". Para nada es una obsesión, y no pasa nada el que una persona no se duche un día y tal, pero hay algun@s por ahí que son localizables a kilómetros de distancia sólo por el olor. Y si tienea la mala suerte de que te tocan junto a tí en un espacio cerrado (metro, tren, autobús, cualquier cola...), lo tienes crudo para no desmayarte ipso facto ante el hedor.
-Tampoco soporto muy bien a los prepotentes y sabelotodos. Los primeros, porque suele tener ese aura de superioridad totalmente infundado e irreal que sólo ellos creen, y los segundos porque te llevan la contraria aún cuando saben a ciencia cierta que están equivocados.
-La gente que no respeta a los animales tiene poco de persona y mucho de bestia. Frases como "es sólo un perro" o "cómo puedes querer tanto a un animal" son esclarecedoras y revelan a las claras que esas personas tienen una seria tara en su forma de ser. Los que elevan los toros a la categoría de arte también entran aquí.
-Las personas que hacen distinciones entre hombre/mujer, todos aquellos machistas y claro está, aquellos que entienden como algo normal la violencia de género e incluso llegan a justificarla o no la condenan categóricamente. Esos verdaderamente me encienden y me transforman la sangre en azufre.
Y como no soy perfecto, por suerte, hoy no nomino a nadie.