Al paciente se le implantó en la parte inferior de izquierda del corazón, y conectado a la aorta, un pequeño aparato con un tubo que lleva una bomba centrífuga. La bomba funciona mediante un cable que sale por el abdomen hasta un pequeño ordenador que el paciente lleva siempre con él y funciona con baterías recargables.Tanto la madre como el hermano de Vicente Sorribes, que ha sido dado hoy de alta hospitalaria, se han mostrado satisfechos con el resultado de la intervención, ya que desde hace un año “no se podía mover” cuando hasta entonces “hacía una vida normal”.El director del Área Clínica de Enfermedades Cardiovasculares de La Fe, José A. Montero, ha explicado que en este paciente, afectado por una miocardiopatía hipertrófica, era “impensable” un trasplante de corazón y la única opción era implantarle el sistema mecánico “o se moría”.
Montero ha destacado que ante el descenso de donantes de corazón esta técnica puede ser “el futuro”, no solo para sustituir a un trasplante sino también para que el paciente que está en una situación inestable pueda esperar a que le llegue un órgano de un donante.Esta intervención, que tiene un coste de entre 80.000 y 90.000 euros y a partir de ahora se incorpora en la cartera de servicios de La Fe, podría beneficiar a unos 10 pacientes de la Comunitat Valenciana al año, según ha indicado el director médico de La Fe, Javier Palau.La implantación de esta técnica y el postoperatorio posterior, según Montero, tiene un coste menor que si se tratara de un trasplante de corazón, ya que no presenta los problemas de rechazo que podría tener un órgano y solo tiene que tratarse la anticoagulación para no tener complicaciones tromboembólicas ni hemorrágicas.Los responsables del hospital se han puesto en contacto con la compañía eléctrica que abastece a la vivienda de Vicente Sorribes para asegurar el suministro, ya que cuando está en casa necesita conectar el aparato a la electricidad para poder recargarlo.