Montevideo es el principal destino, el paraguayo el turista que gasta más y los eventos la actividad que reporta más dinero.
El turismo es actualmente la actividad económica que más divisas le genera al país y aunque es probable que en breve sea desplazada del podio por la industria forestal, Uruguay se prepara para ampliar la matriz de razones para atraer visitantes extranjeros y evitar que los uruguayos vacacionen en el exterior.
El turismo genera ingresos para el país por US$ 2.000 millones por año (hace 10 años eran US$ 540 millones), mientras que la venta de carne reporta unos US$ 1.500 millones.
A pesar de la importancia que esta actividad tiene para Uruguay –da empleo a unas 96 mil personas–, hay en general un extendido desconocimiento de cuáles son sus claves de funcionamiento, al mismo tiempo que pululan una serie de preconceptos o de conceptos anticuados de por qué Uruguay es un destino turístico importante.
"El turismo de congresos, de reuniones, es en el mundo aquel en el que los participantes gastan más", dijo a El Observador el subsecretario de Turismo, Benjamín Liberoff, consciente de que hay un gran desconocimiento de los uruguayos sobre esta actividad económica.
Liberoff gestiona para que la Messe Berlin, la feria de turismo más grande del mundo que se hace cada marzo, habilite a Uruguay a organizar una actividad que podría ser, por ejemplo, un seminario sobre energías renovables y cuya sede podría ser el Antel Arena en 2018.
Sobre este ejemplo, Liberoff dijo que los gastos en desplazamientos, autos, fiestas, comidas, entre otros rubros, hacen que este tipo de turismo sea el más redituable.
Cuando en 2012 se hizo en Montevideo la asamblea de gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo, a la que asistieron 2.300 personas, se invirtieron US$ 3 millones y medio y se estima que quedaron en el país unos US$ 12 millones. "Además se terminó la Torre Ejecutiva y la fibra óptica para el Sodre", añadió Liberoff.
De acuerdo a las estimaciones de la Organización Mundial de Turismo para medir el impacto de la actividad en un país, los dividendos que deja el turismo en Uruguay son del orden de 7 puntos del PIB. "Esto suma todos los movimientos internos, como el trabajo de los obreros de la construcción o de los frigoríficos que no están en la ruta del turismo, pero el volumen de lomo que venden en temporada es mucho más alto", explicó Liberoff.
Playa y bastante más
El desarrollo del turismo en Uruguay "no fue planificado, sino que es el resultado de la especulación inmobiliaria financiera en una parte del país", dijo el jerarca. "Cuando el dinero no tenía valor en Argentinavenía para acá. Cuando el uno a uno (un peso igual a un dólar) se desarrolló toda la playa Mansa de Punta del Este" y en buena medida por eso "el turismo de Uruguay estuvo asociado a la costa".
Hoy la playa sigue siendo por temporada el primer destino turístico, el segundo Montevideo, el tercero las termas, seguido de Colonia y Rivera, porque cuando el real está bajo llegan más brasileños y hasta supera a Colonia. La ciudad histórica es el punto fronterizo de mayor cantidad de ingreso de turismo extrarregional.
Pero si se toma todo el año, la capital se lleva el cetro al mayor centro turístico del país. ¿Es posible que Uruguay no dependa tanto del turismo regional y en particular del argentino? "Salvo las islas, la mayoría de los países del mundo tienen en los estados fronterizos sus principales mercados. De todas formas, hace 10 años llegaban unos 150 mil turistas extrarregionales y hoy son 300 mil, y eso va a seguir creciendo al 4% anual".
"Si uno va a la plaza San Marcos de Venecia en carnaval, le van a cobrar € 14 un café; el tema es si viene frío, sin un amaretto y sin música alrededor. Alguien que come mejillones con champán frente a la isla Gorriti no esperará que le cueste € 10. La cuestión es la calidad del servicio, que ha mejorado, pero es muy complejo porque los turistas son cada vez más demandantes y tienen más información para comparar, y eso va a crecer", dice Liberoff.
Y añade que hay tendencias que están cambiando: "En países de Europa ya no hay quien lleve las maletas, las lleva cada uno. ¿Eso es mala calidad? Es una tendencia, pero es importante mantener una relación en la calidad del servicio".
Turistas exigentes
Dice que cuando en Uruguay se hacen encuestas de satisfacción el personal no está mal calificado. "Lo que no se puede tener es un recepcionista que habla idiomas, maneja computación y gana un salario mínimo, porque así no hay posibilidad de captar personal de calidad. Si aumento camas y no crecen los recursos humanos voy a tener problemas, porque cada vez más el turismo se va a diferenciar por la calidad de los servicios".
En uno de los últimos consejos de ministros, Liberoff anunció que se esperan 2,6 millones de visitantes para 2017, un aumento del 11% sobre el año pasado. Se considera visitante a quien está menos de 24 horas y turista al que pernocta una noche.
En materia de tipos de turismo no hay con qué darle al de negocios, que funciona regularmente basado en decisiones que se toman en el hemisferio Norte y se mueve entre marzo y junio y luego setiembre y noviembre, porque es contraestación.
"La decisión de política turística más importante en 50 años es la construcción del centro de convenciones de Punta del Este", dice el subsecretario, y relata que el 90% de las reuniones de negocios están en el orden de las 2.500 personas, como ocurrió con la Asamblea del BID.
El turismo es extremadamente sensible a la violencia, la seguridad, la economía y el clima. En el Caribe baja la afluencia en épocas de huracanes, España se beneficia por la violencia terrorista en el norte de África, París perdió el 20% del turismo por el terrorismo y por la misma razón a Egipto se le complican hasta los cruceros del río Nilo, enumeró Liberoff.
"Son factores que tenemos que aprovechar. Por ejemplo, no hay dudas de que en Brasil lo que se vende de Uruguay es seguridad".
El futuro
Para el gobierno el desafío es seguir creciendo más en ingresos que en cantidad de gente. "Pasamos de 2,1 millones a 3 millones de personas entre 2005 y 2016, y de US$ 540 millones a US$ 2.000 millones.
"Hay que apuntar a la región. Si logro seguir creciendo en Argentina tengo una mina de oro; de San Pablo para abajo viven más de 40 millones y ahí no tengo techo porque están a dos horas de avión". Al mismo tiempo advierte a los empresarios para que actúen con racionalidad.
"Muchas veces alquilan un predio por US$ 50 mil, construyen por US$ 50 mil e invierten otros US$ 50 mil ¿quien le dijo que le iba a dar US$ 150 mil? ¿Hizo estudio de mercado? Por primera vez el Inefop (Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional) tiene un centro turístico y se instruye a empresarios sobre nuevas tecnologías".
Si las perspectivas previstas por Liberoff se cumplen, en 2017 ingresará al país una cifra de visitantes similar a la población uruguaya (3 millones) y, aunque pierda la supremacía en detrimento de las forestales, esta industria sin chimeneas seguirá redituando al país más divisas que sus exportaciones tradicionales de materias primas, como la carne, la soja o la lana.