Director: Chris Henchy
"Impractical Jokers" es uno de los programas de televisión más divertidos que podrán encontrar por ahí, y para demostrarlo tengo una prueba aquí, acá, allá, más esto, esta, aquélla, aquél, ahora, mañana, ayer, próximamente, contigo, sinmigo, inmediatamente, veloz, lento, crimen, castigo, felicidad, etcétera, etcétera, etcétera... y eso que muchas se me han quedado en el tintero porque no puedo recordarlo todo así de buenas a primeras. El asunto es que les dio por hacer una película y me dio curiosidad por verla, conclusión: cinematográficamente hablando no estamos ante la octava maravilla, pero eso ya lo sabíamos y, desde luego, creo que también lo sabían estos cuatro agradables sujetos, porque uno de los aspectos a rescatar es que, en realidad, no intentan hacer una película, sólo inventan una premisa argumental para dar rienda suelta a sus bromas y locas ideas. La premisa es que una cantante (Paula Abdul) los invita a su show en Miami, sólo que les entrega tres pases VIP en vez de cuatro, y para no dejar fuera a uno de forma arbitraria, deciden echarlo a la competencia: el que pierda más veces en el camino de New York a Miami quedará fuera del show al que fueron invitados. La película ofrece los desafíos acostumbrados (no lo he dicho: cámaras escondidas, deben hacer lo que los otros les dicen por un auricular; si no se atreven, entonces 👎👎), otras pruebas individuales que son más bien los "castigos" de los episodios regulares, hay una suerte de conflicto entre los cuatro amigos y Paula Abdul cuyos orígenes se remontan al inicio mismo de los Impractical Jokers como concepto o modo de vida, y conversaciones azarosas sobre esto y lo otro entre medio de los desafíos y castigos. Como es de esperar, hay momentos más divertidos que otros, pero el resultado es a grandes rasgos sumamente entretenido, ligero y sin más pretensiones que hacer reír, y estos tipos, si algo saben hacer, es hacer reír, así que si quieren cagarse de la risa, reírse a mandíbula abierta y mearse en los pantalones, acá tienen una rotunda alternativa para que les llegue a doler el estómago de tanta risa.