El desembolso que hay que hacer en el segundo embarazo es mucho menor que para el primer hijo. A parte de que la gran mayoría de cosas que se necesitan se heredan, hay que tener en cuenta que la experiencia es un grado, y que ya sabemos qué cosas son útiles, cuáles imprescindibles y cuáles se pueden directamente tachar de la lista.
Imprescindibles:
Por este mismo motivo, por el de la experiencia, en este embarazo tengo apuntadas varias cosas que sí o sí, tenemos que conseguir. La primera es un buen bolso de maternidad para el carro que jubile al anterior, y que ya tengo en mi poder. Quiero que éste sea plastificado, con más capacidad y bolsillos para organizar las cosas mejor. No se me olvida que, además de las cosas del bebé, tendremos que incluir ropa, juguetes y otras cosas para el mayor. Y también es cierto que le dimos tanto tute al primero, que le he cogido mucha manía (y que está devorado y hasta descolorido del sol)
Voy a renovar el termo para llevar la comida caliente. El anterior papillero (el de la foto) lo usamos tanto que ya está abollado y se nos han ido perdiendo los tuppers o recipientes que venían en su interior. Todavía no le tengo echado el ojo a ninguno, pero esto sí o sí lo tenemos que tener porque nos ha salvado la vida muchas veces en las salidas y vacaciones.
También nos haremos con un buen portabebés para portear desde recién nacido. Es algo que hicimos puntualmente con una mochila colgona con mi hijo, pero me quiero quitar la espinita y hacerlo con un buen fular o mei tai porque soy consciente de que le vamos a dar mucho uso y de que tiene muchos beneficios. En la foto, una imagen de nuestra Boba Air.
Me gustaría hacer una preparación al parto diferente para este embarazo para afrontarlo sin miedos y con todas las herramientas posibles a mi alcance para sobrellevarlo mejor. Y si es necesario, no dudaré en volver a la clínica Pelvia, en la que también preparan al parto y recuperan la zona pélvica tras dar a luz. En el anterior embarazo fue donde me enseñaron a hacer ejercicios hipopresivos y donde me salvaron esta zona con ejercicios de rehabilitación.
No es que no pueda vivir sin él, pero a mi hijo le hicimos un álbum del bebé y es un recuerdo precioso. Para este bebé quiero éste. Sólo espero poder tener tiempo para rellenárselo. Además, seguro que pico con una manta nueva, como ésta de Tutete de color mint. En el anterior embarazo me regalaron muchísimas mantitas, pero es cierto que se usan muchísimo y que hay que tener una en todos lados.
Caprichos
La lista de caprichos es larga, aunque me temo que muy pocos se materializarán. Empiezo por ropa de primera puesta y una muselina nueva, algo que no necesitamos estrictamente, pero que es, más que nada, por estrenar algo nuevo con esta pequeñina (vestiditos, venid a mí).
Me gustaría que nos hiciéramos una sesión de fotos profesional en esta nueva etapa, aunque todavía no sé si durante el embarazo o ya siendo cuatro. Y me gustaría también probar el belly painting como una experiencia nueva, creo que sería un recuerdo precioso de la barriga. Imagino que tendré que elegir entre una u otra y que seguramente ambas opciones se queden fuera, pero por gustar, me gustaría.
Para la peque, me encantaría que tuviera la famosa hamaquita de BabyBjörn, que siempre me ha gustado y es un gran regalazo, y un saco bonito para la cuna, el carro o simplemente tener encima del sofá, como los de Baby Bites.
Las tarjetas Babypics de Tubebebox son un capricho, pero me gustaría usarlas para las fotos del bebé. Lo que sí va a tener desde los pocos meses es una pelota como ésta Pikler de Jugaia o la pelota de tela de Montessori. También, con el cambio de la casa, tendré que reservar una partida del gasto a objetos de decoración. Puede que unas letras de madera con el nombre de cada uno, una lámina bonita e inspiradora o unas estanterías molonas.
No puedo terminar la lista sin incluir el mayor de los caprichos y antojos de este embarazo: el dichoso jamón. Habrá quien lo coma sin problemas, pero en mi caso sigo sin haber pasado la dichosa toxoplasmosis y me han recomendado que continúe tomando precauciones al comer embutidos. Por mucho que digan, el jamón serrano congelado no sabe igual. Me consuelo con la idea de comer, tras el parto, una deliciosa cesta llena de jamón y chorizo ibérico, fuet, paté y panecillos. Se me hace la boca agua desde ya y creo que voy a ir encargándolo, no se me vaya a olvidar con las prisas.
Caprichos hay muchos, pero ¿algún imprescindible más?