Una secoya puede vivir más de 3.000 años. Hay un espécimen del árbol del baobab que se ha fechado en 6.000 años. Estos son algunos de los árboles más antiguos del mundo, árboles que han vivido a través de innumerables generaciones de seres humanos, bajo un número infinito de cielos nocturnos.
La atemporalidad de estos árboles y sus estrellados fondos inspiró el nuevo libro de fotografía de Beth Moon, Ancient Trees Ancient Skies.
Había, por supuesto, algo de logística a considerar para este proyecto. Con el fin de capturar las estrellas nocturnas más vibrantes, Moon buscó árboles antiguos en los lugares más remotos. Como ella escribe en su introducción, "para encontrar esos cielos, y los árboles debajo de ellos, he viajado por muchas horas sin señales de tráfico, ni siquiera caminos, a áreas tan remotas y salvajes que la oscuridad era casi palpable".
El tiempo también fue clave. Necesitaba rodar bajo una luna nueva, y cuando los árboles estaban desnudos, con el tiempo claro. Los resultados, en los que cada imagen recibe el nombre de una estrella o constelación, es una expresión viva de la belleza duradera del mundo natural.
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