Impresiones con Neo XYX. ¡Shooter de vieja escuela para Dreamcast!

Publicado el 19 marzo 2014 por Retromaniac @RetromaniacMag

Después de haber disfrutado con REDUX para Dreamcast, el último shooter en llegar hasta los circuitos de la 'blanquita' de Sega es ni más ni menos que una nueva conversión desde el original para NeoGeo por parte del NG:Dev.Team. Neo XYX, pronunciado como 'Neo Zaikusu' (no sabemos exactamente que es más difícil), es un matamarcianos de corte vertical, a caballo entre los típicos bullet hell de Toaplan y los shooters más corrientes, que guarda en su interior unas buenas horas de diversión gracias a su jugabilidad directa al grano, pero también algunos problemillas inherentes al desarrollo profesional de origen independiente.

El arte conceptual es brutal


De primeras no podemos dejar pasar por alto el tremendo trabajo gráfico realizado por Rozyrg (¿Gryzor?) con el juego. Todo rezuma un aire de finales de los 90 simplemente fantástico. Los diseños están inspirados en los clásicos shooters japoneses, de colores brillantes, mucho interés por el pixel, sin apenas gradientes que suavicen los sprites más allá de lo que lo suavizan los propios monitores, y animaciones algo escasas pero muy funcionales. Los diseños de los enemigos y los bosses finales son bestiales, tanto en tamaño como en aspecto. La mayoría de ellos cuentan con partes movibles que se van destruyendo a medida que nuestros disparos impactan sobre las mismas, y lo mejor de todo es que la velocidad no cae de los 60 frames por segundo casi en ningún momento. Solo momentos puntuales en los que balas, sprites y el gráfico de una de nuestras bombas, provocan que la velocidad caiga un poco (al igual que en la versión para NeoGeo), y que aparezca un ligero efecto de screen tearing que no llega a molestar ni a estropear el impresionante trabajo realizado en este apartado. Quizás esperábamos un poco más de la intro, algo descafeinada, sin intensidad, y ciertamente por debajo de otros trabajos realizados por este equipo de desarrollo alemán. A la memoria nos vienen trabajos como GunLord, que sin dejar de ser una introducción corta y concisa si que estaba mejor coordinada y contaba con unos gráficos más espectaculares.

Efectos de sonido y música son dignos de mención. Mientras que los primeros no dejan de ser un compendio de lo que podríamos estar acostumbrados en los shooters de finales de los 90 y principios de la década de 2000, es justo comentar que no se cometen estridencias, que cada explosión y recogida de item suena como debe. En cuanto a la banda sonora también roza el sobresaliente. Nuevamente se ha contado con el talento de Rafael Dyll, un habitual por estos lares, y que parece sentirse muy cómodo con las producciones homebrew de este calado. Los cortes son nuevamente muy electrónicos y con ese toque europeo que quizás cargó demasiado en Gun Lord, pero que en esta ocasión parece acompasar mejor el ritmo frenético de los niveles en NeoXYX y curiosamente su ritmo va muy bien al juego a pesar del aspecto nipón que inunda cada uno de sus pixels. El corte del segundo nivel se ha convertido de momento en uno de nuestros favoritos, a falta de que consigamos pasarnos el juego completo claro...

Los bosses finales son enormes


Y es que Neo XYX es un juego difícil, no apto para pocos acostumbrados al género. A pesar de que no llega a ser un típico bullet hell y que la zona de impacto de nuestra nave es muy pequeña (apenas un círculo en el centro), la mezcla de momentos en pantalla donde las habituales cortinas de balas del género lo cubren todo, con otros momentos de calma más tensa en el que la mecánica se asemeja más a un Truxton o un Raiden 'cualquiera', provocan que el jugador se sienta un poco abrumado, sobre todo en las primeras partidas, y eso que los controles son de lo más sencillo. Contaremos con un botón para disparar, otro para soltar una bomba, y otro que permite desacelerar nuestra nave (para esquivar mejor las balas), y que además permite concentrar mejor nuestro poder de disparo como efecto secundario. Ni recogemos items de mejora, ni 'drones' que nos echen una mano, ni nada por el estilo. Tan sólo letras (o trozos de las mismas) con la 'B' para que suba nuestro stock de bombas, y creednos que las necesitaréis, y las medallas que suelatan los enemigos al ser destruidos, que a su vez son una de las mecánicas secundarias del juego a la hora de conseguir buenas puntuaciones.

Las bombas a lo Truxton le dan un toque especial al conjunto


Nuestra nave se desplaza a una velocidad vertiginosa por la pantalla, esencial para poder esquivar los disparos, y las bombas a lo Truxton serán en muchas ocasiones la única forma de evitar que nos derriben. Con las medallas podemos formar chains, o cadenas, que permiten que nuestra puntuación suba como la espuma. Su funcionamiento al principio es algo complejo, pero en poco tiempo os haréis con la mecánica y el primer nivel siempre es un buen campo de entrenamiento. En cualquier caso será necesario jugar con cierta agresividad si queréis hacer buen uso de las mismas, y no es muy recomendable en las primeras horas de juego si queréis llegar a ver algo más tras el tercer nivel. El ritmo furioso y las pocas concesiones es lo más destacable de la jugabilidad. Puro arcade, pura adicción. Echamos de menos algún nivel de dificultad seleccionable, sobre todo para los menos habilidosos y nos hubiera encantado compartir las partidas con algún amigo, algo siempre de agradecer en estos títulos, pero bueno, esperamos que en la siguiente producción de NG:Dev.Team podamos ver incluidos estos detalles.

Los escenarios y los gráficos son muy atractivos


Con todo Neo XYX es un juego bastante sólido. Es muy desafiante, jugable y gráficamente exquisito. El manual que acompaña el disco es a todo color (en contraposición a la ficha simplona de REDUX), y cuenta con una breve historia, explicación de los controles y unas ilustraciones sobresalientes. Los diferentes modos de pantalla (TATE, YOKO...) no dejan de ser testimoniales ya que el juego está ideado y diseñado para ser jugado en vertical, ya sea con barras laterales a los lados o rotando el monitor (¡ojo!). La opción de filtrado es interesante y funciona bastante bien aunque según hemos leído en foros puede ser la causante de algunos cuelgues. Quizás una dificultad más asequible, el modo de dos jugadores y arreglar algunos bugs que han ido apareciendo antes de producir el juego, hubieran redondeado un producción que por otro lado se le nota el cariño y esfuerzo por cada uno de sus poros. Puede que se note el origen humilde que tuvo el juego como título independiente para PC realizado en Game Maker, no es perfecto desde luego, pero si una compra muy interesante para la colección de títulos de Dreamcast, sobre todo si sois amantes del género de los matamarcianos.

¡Disparos a tutiplén!