Tower of Guns es un FPS realizado por la gente de Terrible Posture Games. En su concepción se han mezclado conceptos viejos y nuevos, dando como resultado una mezcla un poco extraña, dando la impresión de que no termina de arrancar. Podríamos desgranar todos sus ingredientes desvelando la siguiente receta: una base de gráficos que se asemejan al estilo cel-shading de Borderlands, aunque utilizando tonalidades de color que, en general, lucen muy apagadas; un sistema de control capaz de hacernos recordar aquel excelso duelo producido en 1999 entre Unreal Tournament y Quake III Arena; además, una pizca de roguelike, un género de videojuegos que tiene muchos años a sus espaldas, pero que últimamente se está recuperando, siendo su ejemplo más exitoso The Binding of Isaac. Por último, el plato se sazona con generosas dosis de humor negro, el cual se va destilando en el argumento de la campaña, que se va generando de forma aleatoria a base de topicazos extraídos directamente del género.
¿Cómo mezclan todos estos conceptos? Realmente, todo se basa en la idea central de que cada partida de Tower of Guns nos hace empezar desde el principio, con la oportunidad de configurar nuevas armas y habilidades para el personaje. Sin embargo, la profundidad jugable brilla por su ausencia, puesto que da la sensación de que no llegamos a avanzar nunca desde la casilla número uno en la que comenzamos. Dicho de otro modo, las mejoras que vamos consiguiendo no logran cambiar apenas nuestra forma de jugar.
En cada entorno nos enfrentaremos a una auténtica plétora de enemigos. Su disposición y apariencia es realmente peculiar. Es como si una versión steampunk de Jigsaw se hubiera apoderado del juego, disponiendo sus trampas en cada habitación tras haberse inspirado en las fases donde múltiples cañones asolaban al bueno de Mario en el clásico Super Mario Bros 3. Además, los niveles, que están compuestos por una serie de habitaciones interconectadas entre sí, se van generando de forma aleatoria. En realidad, lo que se hace es permutar dichas salas, de modo que lo que cambia realmente es el orden y la selección de habitaciones para cada fase, rematada por un final boss escogido del bestiario diseñado por los programadores del juego.
Se echa en falta una mayor contundencia a la hora de enfrentarnos con los enemigos. No ayuda su poco inspirado diseño, desde luego. Por otro lado, el insulso comportamiento de la mayoría de armas disponibles hace que el conjunto inicial de diez sea poco aprovechable, quedándonos quizás con un par de ellas. Todos estos factores afectan al resultado final logrado por Tower of Guns, que partiendo de una conjunción de ideas -las cuales han triunfado por separado en otros juegos- acaba generando un conjunto final que se nos antoja muy descafeinado.
Tower of Guns está disponible en descarga digital para Xbox One, PS3 y PS4
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