Impresiones de Ouya, probamos la consola Android

Publicado el 07 septiembre 2014 por Bebina @Games4u_es
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Impresiones de Ouya, probamos la consola Android

Author

admin

Título

Consola Ouya

Distribuidor

BadlandGames

Lanzamiento

21 de Marzo del 2014

En esta ocasión queremos hablaros de Ouya, una consola que ya lleva un tiempo en el mercado y que recientemente tuvimos la oportunidad de disfrutar gracias a nuestros amigos de BadlandGames. Como muchos de vosotros ya sabréis, tanto por experiencia propia como por haber leído los mil y uno análisis que se habrán hecho por parte de los medios de esta nueva plataforma, Ouya salió al mercado creada por y para los usuarios, es una consola de sobremesa de código abierto que saltó a las tiendas con un catálogo de lo más impactante por su cantidad de material disponible.

Impresiones de Ouya

Lo primero que llama la atención de la consola es el diseño de su embalaje, una caja sencilla pero muy elegante en forma rectangular que, gracias al minimalista diseño de la propia consola ocupa poco más que la caja de una consola portátil, por lo que podremos guardarla en nuestra casa sin mayor problema (parecerá una tontería pero esto los coleccionistas seguro que lo agradecen). Una vez abierta la caja podemos ver el diseño de consola y mando, y justo debajo de ellos tendremos el cableado necesario para el funcionamiento del dispositivo. Únicamente necesitaremos un cable de datos USB y su correspondiente cable de alimentación para la base.

Cabe destacar que aunque el diseño de Ouya es una auténtica “cucada”, como si fuera un cubo en colores grises y negros de lo más elegantes, hay un problema fundamental que no entendemos cómo no ha pasado por la cabeza de los diseñadores: la disipación del calor. El problema es que las rendijas de refrigeración de la consola están en la base y no tiene una altura muy elevada para que el calor salga correctamente si está apoyada sobre una superficie. Esto es un problema, porque la consola al estar poco tiempo encendida se recalienta sobremanera. No hubieran estado de más unas salidas de aire por los laterales, similar al diseño de Gamecube que también tiene forma de cubo, o incluso por arriba, colocando el botón de encendido en otro lugar.

En la parte trasera de la consola podemos ver las conexiones: para la fuente de alimentación, conector HDMI, un USB y entrada de red, por si no nos funciona en algún momento la conexión Wifi.

Por otro lado tenemos el mando, con un tamaño superior al de la propia consola y con un estilo que se asemeja mucho al de Xbox 360, pero algo menos ergonómico que este segundo. Si hay algo negativo (a parte de su refrigeración) que destacar a la consola es precisamente esto, un mando sin curvatura que hace que el uso continuado del mismo canse la mano, sobretodo si las tenemos pequeñas, y una calidad en materiales utilizados para los botones nefasta, no se difiere mucho de un mando genérico de 10€ de Xbox 360 o Ps3. Los botones son duros y meten un ruido espectacular al presionar, como contrapartida los sticks funcionan muy bien.

Llama mucho la atención el lugar donde se han colocado los huecos para las pilas del mando (lástima que no haya baterías). Están una en cada extremo de la parte delantera del mando, justo debajo de los botones, en vez de por detrás como suele ser habitual. Es poco intuitiva la forma en que el mando se abre, ya que no hay indicaciones y parece ser completamente macizo, pero resulta muy original y no molesta al uso.

Tiene otra novedad interesante, en la parte delantera del mando vemos un pad táctil como el que tienen los portátiles, que mostrará un cursor en pantalla si lo pulsamos. La idea es buena, pero falta pulirla ya que el funcionamiento es altamente mejorable.

La puesta en marcha de la consola es muy simple e intuitiva. El problema lo encontramos a la hora de conectarnos a través de Wifi, nos costó unos tres intentos hasta que consiguió aceptar la conexión y a partir de ahí a funcionar ininterrumpidamente. Una vez metidos en harina y realizadas las actualizaciones que sean pertinentes, aparece el menú de Ouya el cual a simple vista parece algo caótico. Esto se debe a que los juegos aparecen repetidos en diferentes listas, seguramente porque todavía no hay material suficiente como para llenar tantos listados; más adelante es posible que la impresión a primera vista sea diferente.

En cuanto al material que encontramos son fundamentalmente juegos indie o retro. Es una muy buena idea que todos los juegos en catálogo puedan ser probados de manera gratuita (en forma de demo) antes de comprarlos, cosa que se puede hacer incluso desde el propio videojuego. También encontraremos juegos gratuitos, pero son los menos.

Lo que verdaderamente impulsa al jugador medio al uso de esta consola verdaderamente son los emuladores. Hay una gran variedad de ellos disponibles, pudiendo disfrutar en la pantalla grande de clásicos de PlayStation o Nintendo entre otras plataformas. 

Ya podemos olvidarnos de engorrosas instalaciones, de configurar plugins y de probar mil y una maneras para hacer funcionar un juego retro… con poner la rom en el USB y arrancar el emulador previamente descargado será suficiente. Además de funcionar con una gran fluidez, la adaptación al formato de la pantalla es muy bueno y salvando el juego online que algunos de vosotros no echaréis en falta, disfrutaremos como enanos echando partidas en cooperativo o competitivo local con nuestros amigos y un segundo mando.

En definitiva, la consola Ouya es un dispositivo que sale a la venta para jugadores muy concretos, van a disfrutar mucho aquellos jugadores que aman lo retro, que quieren jugar con emuladores de todo tipo y que les gusta lo indie. Ouya tiene muchos aspectos mejorables, pero es una gran iniciativa a la que esperamos con el tiempo se le pueda sacar todo su jugo.

Lo bueno...

- Gran catálogo indie y retro
- Buen funcionamiento de Emuladores
- Diseño minimalista

Lo malo...

- Mala refrigeración
- Mando de baja calidad
- Falta de baterías