Impuesto de patrimonio. ¿Desaparecerá definitivamente en 2017?

Publicado el 08 julio 2016 por Elblogderamon @ramoncerda

Lo del impuesto de patrimonio es de juzgado de guardia. Nació en España en 1978 como un impuesto extraordinario y, como tal, transitorio de necesidad, pero han pasado casi cuatro décadas y todavía sigue dando coletazos. Es un impuesto que la gran mayoría de países europeos no han aplicado y los expertos en fiscalidad coinciden en que debería de eliminarse definitivamente de nuestro panorama fiscal. Yo mismo lo he criticado (junto con el de sucesiones y donaciones) en muchas ocasiones.

¿Qué grava actualmente el impuesto de patrimonio?

El impuesto de patrimonio grava «la riqueza» neta que supera los 700.000 euros.

El impuesto de patrimonio, después de cuatro décadas de decir que es transitorio… ahí sigue.

Es un impuesto caduco, reiterativo, injusto y absurdo, y ya el partido socialista lo eliminó con muy buen criterio el año 2008, aunque la alegría duró poco porque luego dio marcha atrás y volvió a instaurarlo (otra vez transitoriamente, o eso dijeron) para los ejercicios 2011 y 2012. Tendría que haber desaparecido definitivamente en 2013, pero ya el nuevo gobierno del partido popular, aprovechando que los socialistas lo habían rescatado del olvido, decidió ir renovándolo por anualidades consecutivas: 2013, 2014, 2015 y 2016. Según la ley aplicable, el impuesto [transitorio] debería de desaparecer definitivamente en 2017, pero visto lo visto en los último años, es de esperar que se siga prorrogando. ¿Nos apostamos algo?

El sistema fiscal, tanto español como el de la mayoría de países, es excesivamente complejo, cosa que no me cansaré de repetir. Sobran impuestos, deducciones y fórmulas extrañas de cálculo. Todo tendría que ser mucho más sencillo, tanto a la hora de calcular las bases, como a la hora de comprobar, inspeccionar y recaudar. Deberíamos dejarnos de complejas fórmulas que llevan a múltiples interpretaciones y que están sujetas a cambios cada año que todavía hacen más difícil su aplicación (y fomentan el fraude y la evasión fiscal). Hace poco hablaba de los cambios de criterio en el juego online, lo que es un buen ejemplo de lo absurdo de algunas interpretaciones de Hacienda.

Pero en el fondo no quieren simplificar, prefieren que todo sea oscurantismo, que sea difícil de interpretar. De ese modo tienen, por una parte su criterio que defienden a muerte (por absurdo que sea), y por otro lado utilizan los criterios de los demás (que dicen que son erróneos) para sancionar. Absurdo e intolerable. El impuesto de patrimonio es injusto porque año tras año vuelve a gravar lo que ya ha pagado impuestos, y para eso ya basta (y sobra) con el IBI o los impuestos de circulación. Que dejen de querer cobrar impuestos una y otra vez por lo mismo. Su insaciabilidad resulta ya cansina para el contribuyente.

Ramón Cerdá