Imputado

Por Cogito

Extraña palabra, cuasi malsonante y, desgraciadamente, de uso frecuente.
Su fonética nos lleva a una encrucijada semántica: no sabes si estás en el Congreso o en un prostíbulo, si eres famoso (“reputado”) o discutible (“disputado”).Por otra parte, suscita una batalla entre los partidos a la hora de decidir cómo se debe actuar cuando un político está en esa situación: es suficiente para pedir su dimisión, hay que esperar el inicio de juicio oral, que haya sentencia firme…
Tenemos una lengua riquísima y sería fácil sustituirla por un sinónimo como “afectado”, “incurso” o “concernido”
Lo que parece casi imposible es acabar con un problema tan lacerante, extendido y disolvente como la corrupción.