In Memoriam: 130 años sin Victor Hugo.

Publicado el 22 mayo 2015 por Alguien @algundia_alguna

Se cumplen 130 años del deceso de Victor Hugo, el 22 de mayo de 1885. El escritor francés nació en Besançon (Franco Condado) en 1802 y era hijo del general napoleónico Hugo. Repasamos sus 10 títulos más importantes:

1. Odas y baladas (1822-1828)

La primera recopilación de poesía de Víctor Hugo supuso la inicial fama literaria del escritor. Tienen todavía un tono regio, que le llevaría a obtener una pensión del Rey Luis XVIII como gracia. Son los tiempos de su divisa dedicada al gran escritor legitimista: «Quiero ser Chateaubriand o nada». Una muestra del primer Hugo son estos versos dedicados a la Vandea:

«La Loire, vit alors, sur ses plages désertes,
S’assembler les tribus des vengeurs de nos rois,
Peuple qui ne pleurait, fier de ses nobles pertes,
Que sur le trône et sur la croix»

«El Loira luego vio sobre sus playas desiertas
Reunirse tribus de vengadores de nuestros reyes
Gente que no lloraban, en orgullo de sus nobles pérdidas
Más que sobre el trono y la cruz»

2. El último día de un condenado a muerte (1829) 

Primera obra con carga social del escritor, es una novela descriptiva sobre un condenado a muerte y sus vivencias. Desarrolla el fuerte choque entre el mundo fuera de la prisión y el calabozo. Originalmente se publicó sin el hombre de Hugo. Su prosa introspectiva tuvo influencia en Camus o Dostoyevski:

«Hace cinco semanas que vivo con este pensamiento, siempre a solas con él, siempre helado por su presencia, siempre doblegado bajo su peso. En otro tiempo, porque ya me parece que más que semanas hace años, yo era un hombre como otro cualquiera»

3. Hernani (1830)

La obra supuso la ruptura formal de Hugo con las unidades clásicas del Teatro, y en su estreno se organizó toda una batalla en el Théâtre Français de París que enfrentaba a partidarios y enemigos. Evoca la España del siglo XVI a través de la pugna romántica entre el bandido Hernani y Don Carlos (un Carlos I de opereta) por los amores de Doña Sol. La clemencia del Rey – Emperador Carlos, el humanismo de Hugo, se recoge así:

«Puñales enemigos centelleaban contra mí en la oscuridad; me rodeaban asechanzas y escollos, y veinte pueblos que harían temblar a cien reyes; todo esto era premioso y requería rápida y simultánea solución: te llamé para preguntarte: Carlomagno, ¿cómo inauguraré mi imperio? Y tú me respondiste: Siendo clemente»

4. Nuestra Señora de París (1831)

Más conocida en la traducción de su título por los ingleses: «El Jorobado de Notre-Dame». En principio era una reivindicación del arte gótico parisino, amenazado por las obras de reforma de la capital que la darían su fisonomía actual. Narra los amores entre la bailarina gitana Esmeralda y el jorobado Quasimodo, reconstruyendo esos tiempos de cíngaros y aventuras del siglo XV en Francia. El jorobado llegará a morir encima del cadáver de su amada, en el foso de Montfaucon:

«El hombre a quién había pertenecido, habíase dejado morir en aquel sitio. Cuando quisieron separarle del esqueleto a que estaba abrazado, cayó hecho polvo»

5. El Rey se divierte (1832)

La frivolidad de Francisco I, Rey de Francia y gran rival del citado Carlos I, sirvió como excusa para esta divertida obra, que narra las aventuras sentimentales del Rey con sus cortesanas. Es la base literaria de la ópera Rigoletto de Verdi, estrenada en 1851. De hecho, el parlamento del Rey francés sirvió como inspiración para la conocida aria «La donna è mobile»:

«A menudo la mujer varía
Aunque loco es quién confía
Una mujer a menudo
No es más que una pluma al viento»

6. La leyenda de los siglos (1859, 1877, 1883)

Una colección de poemasla única «épica francesa moderna» según Baudelaire, que intenta edificar un gran discurso sobre el largo camino de los hombres hacia la libertad. Construye figuras, muchas de ellas dudosamente históricas, trazando el camino a la iluminación. Dividido en varias eras (Roma, el Islam, los descubrimientos, etc.), es una construcción lírica de gran ambición, una oda a la verdad:

«La Vérité, lumière effrayée, astre en fuite,
Évitant on ne sait quelle obscure poursuite,
Après s’être montrée un instant, disparaît»

«La verdad, luz asustada, astro en fuga
Se evita conocer cual traje oscuro
Y luego de ser mostrada un momento, desaparece»

7. Los Miserables (1862)

Considerada como el clásico de Víctor Hugo, es clave en el viraje social del escritor. La novela retrata los años que van desde 1815 hasta la década de los 30 del mismo siglo. A través de Jean Valljean, Cosette, Marius y los distintos personajes se pretende evocar un fresco con toques de folletín sobre los desposeídos en Francia. Su carácter popular, populachero a veces, la hizo muy criticada por la escena literaria. Así Flaubert consideró que «no había nada grande en ella» y Baudelaire la llamó «inmunda e inepta». La evocación de la soledad de Cosette recoge esa mezcla de ideas sociales y romanticismo de la obra:

«Arrojó una mirada lastimera hacia delante y hacia atrás. Todo era oscuridad. Tomó el camino de la fuente y echó a correr. Entró en el bosque corriendo, sin mirar ni escuchar nada. No detuvo su carrera hasta que le faltó la respiración, aunque no por eso interrumpió su marcha»

8. Noventa y tres (1874)

Su última gran novela tardía, recuerda y reconstruye la resistencia a los revolucionarios, los azules en la novela (por el color de las casacas), de regiones insurrectas como Bretaña o la Vandea. Fue una de las obras favoritas de Ayn Rand, y se cuenta que alguno de sus personajes inspiró al posterior dictador soviético Iósif Stalin. Es una novela dura, con ciertos rasgos ya del fin-de-siècle como la búsqueda del contraste:

«A las violentas danzas en iglesias en ruinas sucedieron los bailes de Ruggieri, Luquet, Wenzel, Mauduit, de la Montansier; a las graves ciudadanas que hilaban sucedieron las sultanas, las salvajes, las ninfas; a los pies descalzos de los soldados cubiertos de sangre, les sucedieron los pies descalzos de las mujeres, adornados con diamantes»

9. Historia de un Crimen (1877, 1878)

No se puede olvidar la faceta de ensayista político, contrario a Napoleón III, de este escritor francés con obras como «Napoleón le Petit» o los dos volúmenes de Historia de un Crimen, que buscaban siempre denunciar los abusos del despotismo. El escritor volverá de su exilio con la III República y vivirá el asedio de los prusianos a París. Esta obra recoge bien el ideal liberal radical del último Hugo, donde llega a prefigurar la Unión Europea:

«Un día, en poco tiempo, las siete naciones que resumen toda la humanidad se aliarán y se fundirán como los siete colores del arco iris, en una curvatura celeste radiante. El prodigio de la paz aparecerá eterno y visible, por encima de civilización, y entonces el mundo contemplará, deslumbrado, el inmenso arco iris de los pueblos unidos de Europa»

10. Los trabajadores del mar (1866, 1883)

Hugo quiso que su obra póstuma fuera la revisión de esta novela, que incluyó una oda titulada «El Archipiélago de la Mancha», además de una nueva introducción. Homenaje a la isla de Guernsey, en el canal de la Mancha, enfrenta a los habitantes del sitio con las ideas del siglo y los cambios que se suceden en su pequeña comunidad. Une las luchas sociales de las novelas anteriores de Hugo, con un marco un tanto rústico, donde tradición y novedad se enfrentan. El final de la novela es un perfecto epitafio para el escritor francés, que morirá el 22 de mayo de 1885: «En el instante de desaparecer el buque en el horizonte, la cabeza desapareció debajo del agua. No quedó ya más que el mar».

Se cumplen 130 años de la muerte de Víctor Hugo. Texto: Julio Tovar. Publicado en ABC.es. 22.05.2015.

_________

Nota: Si te gustó esta entrada, recuerda que puedes suscribirte al feed RSS del blog, hacerte seguidor de la cuenta de Twitter, fan de la página de Facebook o añadir la página de Google+ a tus círculos. También puedes visitar mis tableros de fotos en Pinterest, suscribirte al canal YouTube del blog o escuchar mis podcasts en Ivoox o en iTunes. Gracias. http://algundiaenalgunaparte.com/


Archivado en: Efemérides, In Memoriam