Jaime Gil de Biedma y Alba (Segovia, 13 noviembre 1929 – Barcelona, 8 enero 1990)
Hace 25 años, el ocho de enero de 1990, moría el poeta barcelonés Jaime Gil de Biedma, uno de los máximos exponentes de la llamada “Generación del 50” y banderín de enganche para una de las corrientes dominantes en la poesía española de las últimas tres décadas, que vieron en él un modelo culturalista y vital. Y todo eso con una producción en verso, de apenas 97 poemas, tan rigurosa como exquisita.
Su obra trató siempre dos temas, “el paso del tiempo y yo”, lo que hizo que el propio poeta declarase a menudo que “el problema es que he escrito poquísimo, y que, por tanto, se escribe siempre sobre los mismos temas. La verdad es que estoy harto”.
Y ese cansancio, incluso de sí mismo, le llevó a un silencio poético casi total en 1974. Homosexual, bebedor de trago largo, fumador, cosmopolita, noctívago, rico, inteligente, comunista educado con los modales de la derecha, culto, crápula… Pero poeta, uno de los grandes. Murió a los 60 años de sida, enfermedad que también vivió de manera íntima y espartana.
Hace 25 años de su muerte y aún sigue alumbrando camino. Hizo de su forma de vivir y de escribir una abreviatura universal de la experiencia. Una explicación de lo que somos en términos de lo que no hemos sido o no volveremos a ser ya. De ahí su potencia. Su delicadeza. Y esa lección desnuda que dice así: “Que la vida iba en serio/ uno lo empieza a comprender más tarde“. Siempre.
Las grandes esperanzas.
Las grandes esperanzas están todas
puestas sobre vosotros,
así dicen
los señores solemnes y también:
Tomad.
Aquí la escuela y la despensa, sois mayores,
libres de disponer
sin imprudentes romanticismos por supuesto
La verdad, que deberíais estar agradecidos.
Pero ya veis, nos bastan las grandes esperanzas
y todas están puestas en vosotros.
Cada mañana vengo
cada mañana vengo para ver
lo que ayer no existía
cómo el Nombre del Padre se ha dispuesto,
y cómo cada fecha libre fue entregada,
dada en aval, suscrita por
los padres nuestros
de cada día.
Cada mañana vengo para ver
que todo está servido (me saludan,
al entrar levantando un poco los ojos)
y cada mañana me pregunto,
cada mañana me pregunto cuántos somos
nosotros, y de quién venimos,
y qué precio pagamos por esa confianza.
O quizá
no venimos tampoco para eso.
La cuestión se rduce en estar vivo un instante,
aunque sea un instante no más,
a estar vivo
justo en ese minuto
cuando nos escapamos
al mejor de los mundos imposibles.
En donde nada importa,
nada absolutamente -ni siquiera
las grandes esperanzas que están puestas
todas sobre nosotros, todas,
y así pesan.
Gil de Biedma, pandémico y celeste – El Cultural.es.
Jaime Gil de Biedma, verso vivo a los 25 años de su muerte – ABC.es.
Cuando la vida iba en serio – El Mundo.es
Contra Jaime Gil de Biedma 25 años después de su muerte – El Confidencial.com
El IML y el CAL comparten homenaje a Jaime Gil de Biedma – La Opinión de Málaga.
Gil de Biedma: Retrato de un poeta – Canal YouTube de Algún día en alguna parte.
Antología poética – A Media voz.