El 8 de diciembre de 1980 cinco disparos efectuados por Mark David Chapman – un desequilibrado obsesionado por la música de los Beatles y la lectura de “El guardián entre el centeno”- acabaron con la vida de John Lennon. El fundador y coautor de la gran mayoría de los éxitos de los Beatles alcanzó desde ese momento un lugar privilegiado en el Olimpo de los Dioses de la música rock, sólo compartido con Elvis Presley, su ídolo de juventud.
La muerte de Lennon dejó a la juventud mundial huérfana de uno de sus ídolos. También frustró del todo una hipotética reunión de los Beatles, con la que tanto se había especulado durante los 70.
Además, Chapman cortó la carrera de uno de los grandes genios de la música que, con su recién inaugurada cuarentena, tenía todavía mucho que ofrecer al mundo. Es difícil imaginar al Lennon de hoy, con 70 años cumplidos, pero seguro que no estaría lejos del hombre idealista y soñador que se nos mostró desde finales de los 60.
Lo que es evidente es que la música de Lennon -ya sea en solitario o como parte de The Beatles - ha influido a todos los artistas de los últimos 50 años y nunca ha dejado de tener vigencia.