A los 90 años ha muerto en Milán a causa de unos problemas respiratorios el premio Nobel Dario Fo, el más grande y famoso artista italiano de la época moderna. Eterno juglar, dedicó 70 años de su vida al teatro. Tuvo éxito en escenarios de medio mundo y en los últimos tiempos seguía escribiendo, pintando y, con memoria prodigiosa, le gustaba aún subir a la escena que dominó siendo un rey. Reinventó la sátira la comicidad con más de cien comedias que le valieron en 1997 el premio Nobel de Literatura, “porque, siguiendo la tradición de los juglares medievales, se mofa del poder devolviendo la dignidad a los oprimidos”.
Fo nació en Lombardía en 1926, hijo de una campesina y un jefe de estación. Estudió pintura y arquitectura en la Academia de Bellas Artes de Brera en Milán, en la que ya comenzó a interesarse por el teatro. Tuvo especial importancia para su vocación el encuentro con la actriz Franca Rame, con la que se casó en 1954. Juntos fundaron una compañía en la que empezaron a indagar en la “Commedia dell’Arte” con montajes que tuvieron una gran éxito. Lejos de apoltronarse, se replantearon su actividad al considerar que dicho éxito los convertía en esclavos de la burguesía y crearon la compañía teatral autogestionada Nouva Scena en 1968, que se convertiría en toda una institución del teatro irreverente e inconformista.
En 1969 estrenó una de sus obras teatrales más aplaudidas e influyentes, “Mistero Buffo” (1969), una aventura medieval en la que un malabarista enseña la revolución a través de la risa y en la que Fo, cuando la interpretaba, daba vida a infinidad de personajes. Durante su carrera escribió más de 100 obras, que solía interpretar y dirigir. Entre sus sátiras políticas más destacadas también están “¡Aquí no paga nadie!” y “Tutta casa, letto e chiesa“. En 1970 presentó otra de sus obras maestras, “Morte accidentale di un anarchico” (1970), en la que rememora la extraña muerte del partisano Giuseppe Pinelli, que en 1969 se precipitó desde una ventana de la Jefatura de Policía de Milán, donde estaba detenido.
Su compromiso con las posturas de izquierdas le llevó a ser perseguido por grupos fascistas, que incluso atentaron contra la compañía en 1978. Su esposa y compañera de profesión, Franca Rame, fue secuestrada y violada por grupúsculo de ultraderecha. Ella murió en 2013 (antes fue capaz de lidiar con aquel episodio proyectandolo en la polémica obra Lo stupro) dejando en Fo una profunda herida.
Gracias a sus éxitos teatrales, la RAI (Radiotelevisión pública italiana) le encargó en 1962 dirigir, junto a Rame, «Canzonissima», popular programa que se realizaba los sábados en combinación con la lotería. La pareja presentó sketches de temas sociales, a menudo sobre corrupción. Fo y Rame acabaron dando portazo a la RAI, suscitando clamor en el país, después de siete programas, porque se opusieron a que sus textos pasaran censura previa.
Dario Fo ha sido protagonista también en el campo político. Rompió con el PCI (Partido Comunista Italiano) y en los últimos tiempos apoyó al Movimiento 5 Estrellas (M5), mostrando simpatía por su fundador, el cómico Beppe Grillo, al que consideraba la última playa de la esperanza.
Al cumplir los 90 años, Fo publicó «Dario y Dios», una larga y apasionada conversación con la periodista y escritora Giuseppina Manin.
Hasta los últimos días, Dario Fo se mantuvo con su alma de juglar, criticando y dando palos a diestra y siniestra en Italia. Miraba al futuro sin perder la esperanza, pero se preguntaba con inquietud, a la vista del deterioro de tantas cosas en nuestra sociedad: «¿Qué dejaremos a nuestros hijos?». En muchos momentos de su vida fue un hombre enfadado, pero jamás un hombre triste. Solía decir que había tenido una vida “exageradamente afortunada”.
In Memoriam:
“Nuestra patria es el mundo entero. Nuestra ley es la libertad. Sólo tenemos un pensamiento, la revolución en nuestros corazones“.
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