Incendies, Canadá 2010

Publicado el 04 marzo 2011 por Cineinvisible @cineinvisib

Wajdi Mouawad es un genio. Un auténtico genio. No me cansaría de repetirlo. Wajdi Mouawad es uno de los mejores dramaturgos y directores de teatro contemporáneo. En 1999 inició la tetralogía de La sang des Promesses, iniciada con Littoral, seguida por Incendies (2003) Forêts (2006), para finalizar por Ciels (2009).

Una saga sobre la dificultad del exilio, las relaciones familiares y la búsqueda de la identidad, bañada por un tono épico y actual, que sólo el autor, de origen libanés, consigue mezclar con tanta osadía como acierto. Sus obras se han representado en el mundo entero y Denis Villeneuve, el director de su adaptación cinematográfica, al verla salió del teatro como el resto de los espectadores, en busca de una entrada para el día siguiente.

Pero adaptar al lenguaje cinematográfico una obra de teatro, tan perfecta como Incendies, representaba para el realizador un impresionante desafío. Denis Villeneuve está acostumbrado a recibir premios a través de todos los festivales del mundo, su segunda película, Maelström (2001), obtuvo 25. Sin embargo, cuando recibió el premio del mejor guión en el Festival de Valladolid 2010, me comentó que, por primera vez, se sentía realmente orgulloso de haber recibido un galardón. Su trabajo ha conquistado, entre otros, una bien merecida nominación de los Oscar 2011 a la mejor película extranjera.

Los gemelos Jeanne y Simon Marwan, a la muerte de su madre, reciben del notario dos sobres: uno destinado al padre que suponían muerto hace años y otro a su hermano, del que desconocían la existencia. Los hermanos discuten sobre la última voluntad testamentaria. Para Simon se trata de un capricho más de su madre, como el que hizo años atrás, cuando dejó de hablar sin motivo aparente, de la noche a la mañana. Jeanne discrepa y abandona Canadá para intentar cumplir la voluntad de su madre, interpretada magistralmente por Lubna Azabal, y conocer a su padre y a su otro hermano.

En su viaje iniciático de Occidente a Oriente irán descubriendo el pasado de su madre y su historia personal. Un film maravilloso lleno de hallazgos, que la generosidad de Wajdi Mouawad al otorgarle una total libertad al realizador, permitió crear al talentoso Denis Villeneuve. Pero como en el teatro de Mouawad, en el camino siempre hay que ir dejando algo para no perderse y, a fuerza de despojarse de lo superfluo, puede que los protagonistas se encuentren con lo esencial y que la búsqueda de alguien pueda acabar en el encuentro de uno mismo.