Desafío:
La misión del departamento de Recursos Humanos tiene que estar centrada en observar y analizar, desde un punto de vista cualitativo, la conducta de los trabajadores en cuanto a sus preocupaciones, expectativas, necesidades, etc.; y desde un punto de vista cuantitativo, la productividad y el impacto en términos numéricos que el empleado genera a la empresa (Jiménez, 2016).
Esta área tiene que lidiar con factores internos o externos que repercuten en la organización. En el caso de los internos, los que más afectarían a la hora de gestionar el talento, serían los factores humanos, es decir el desarrollo de las personas, y por otro lado un sistema de retribución adecuado que satisfaga una equidad interna y que permita una competitividad externa.
El desafío a día de hoy es gestionar de manera eficaz y eficiente el talento con el objetivo de que éste permanezcan en la empresa. Tal y como se expresa en el libro de Daniel Patricio, Manual de Recursos Humanos, “Esta nueva realidad sólo afecta al 40% de las empresas actuales en España”. (Jiménez, 2016). Hay muchas empresas que no son conscientes de esta nueva demanda. Otras muchas, simplemente no saben cómo identificarlos o como captarlos.
Una reciente encuesta realizada a la nueva generación Millennial, obtiene como resultado que ‘el 87% de los encuestados consideran que el éxito de una empresa debería medirse en más aspectos que en el puramente económico, como, por ejemplo, el talento’ (ABC, 2017).